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Hoy me he decido a comentar algo sobre mi experiencia en Segovia y me alegro. Quizás quiere decir que algo interesante, por lo menos para mí, puedo expresar.

Si tuviera que reducir toda la enseñanza de K. en este momento, diría que, se trata de eliminar de nuestra mente, en lo psicológico, todo lo acumulado, ya que nos impide ver “la verdad”. No sé si está bien expresado o no, yo me entiendo y de alguna forma lo comprendo, incluso creo tener alguna pequeña experiencia de que es posible.

Como el año anterior ya desde que salí de Zaragoza la emoción del encuentro, motivó que mi estado interior, se orientara hacia una posición receptiva… También compartida en la reunión de bienvenida, en que son comunes las expresiones de no tener expectativas y estar abiertos a aceptar lo que en cada instante vaya llegando... Diría que es un comienzo perfecto.

Solo que me he dado cuenta de algo… “creo que justo a partir del momento en que digo: voy a vivir el presente sin expectativas, entonces comienzo a crearme la expectativa de que algo revelador sucederá en algún instante de las convivencias: O con las palabras de K., en las reuniones, o quizás escuchar a quien exprese algo que me sorprenda… No se… siempre pienso que algo estupendo puede suceder en el futuro, que me lleve a experimentar el instante mismo que acabo de abandonar, por lo tanto ese instante no suele llegar y ahora creo entender por qué... No tengo muy claro si es algo personal o subjetivo y quizás no interese al grupo, pero me arriesgo, ya que yo también soy grupo.

Me sorprendí en varias ocasiones… Tuve mucha suerte, porque la primera fue nada más llegar… Me encontré con una situación que por confusión o porque tenía que ser, no me agradó nada, durante un par de horas la intenté aceptar y no podía, me resignaba y me hacía sentir mal… Incluso se me pasó por la cabeza ir a dormir a un hotel y en aquel momento di por hecho que las convivencias me desbordarían, incluso valoré si era una prueba, y no me sentí capaz de superarla. Por lo que al no encontrar una respuesta llegué a un momento de convencimiento, en el que me dije “acepto que no acepto la situación” y al momento comencé a compartir lo que me estaba pasando, me expresé y sorprendentemente al dejarla en manos de otros, la situación se resolvió de una forma que me emocionó y aún sucede cuando la recuerdo.

La segunda se entrelazó con la primera y la presenciamos la mayoría. Fueron esos momentos apasionados de discrepancia, que se manifestaron en esa primera reunión y “que cito con mucho respeto…” A mí me cogió con la satisfacción de haberse resuelto la primera y por lo tanto, desde un principio interpreté que alguien se estaba expresando apasionadamente deseando transmitir lo que para él era importante, aunque no coincidiera con la opinión de la mayoría…” Y como siempre suele suceder, a mí el primero, cuando crees en algo lo defiendes, sin ser capaz de ceder y mucho menos escuchar serenamente.

Creo que ese momento fue especial, pues de alguna forma tuve ocasión de conocerme a mí mismo… Y reflexionar sobre lo que me ocurre siempre que alguien expresa algo diferente a como pienso y no digamos si no me agrada… Me pongo en situación defensiva y ataco por creer que él es culpable de mi resentimiento… Ahora creo reconocer, por lo menos un poco, que tiendo a esconder lo que no me agrada de mí mismo y no ver esa película, a veces dramática, que yo mismo he creado, fotograma a fotograma, seguramente desde la inocencia, en algún momento de mi pasado, que seguramente pudo comenzar con un miedo inconsciente, el cual mantiene aún viva, mi película en cartelera. Solo que como ya me aburre o no me agrada, trato de borrarla o regalarla y así poderla juzgar y criticar abiertamente proyectada en otro, como si ya no fuera la mía.

Hoy quiero agradecer con sinceridad toda esa pasión de alguien por defender lo que creía y admiro el valor de hacerlo al mantener su opinión ante la mayoría… Al final para mí, lo menos importante es tener o no razón… que más da, yo siempre digo ante ocasiones similares que o los dos la tienen o ninguno, o que solo son guiones a medias y entre ambos se configura el verdadero…

No estoy seguro de llegar a transmitir lo que pienso, seguramente será muy subjetivo… Pero hoy miraba el encuentro que se hace en la Vid de Burgos, con la intención de poder asistir y en el de hace dos o tres años, al leer las opiniones, se expresaba que el primer día había surgido un conflicto bastante significativo… Y he llegado a la conclusión que no tiene nada de casual y que si estamos en un grupo a través del cual tenemos la inquietud de llegar a conocernos o descubrir algo nuevo sobre nosotros… estas circunstancias, son a las que uno debería prestar más atención, porque pienso, que en estos encuentros lo tenemos todo a favor, el lugar, la amistad, las relaciones y otras circunstancias favorables y maravillosas… Y que al expresarnos sin condicionamientos, tal como somos y sin reprimir, ni juzgar… Podemos a través de la fuerza del grupo verlas y resolverlas correctamente, ya que, son las que nos muestran lo que realmente somos, o lo que pensamos que somos… Y si pudiéramos en este lugar sorprendernos, luego en la vida diaria, donde suele ser más complicado… ponerlo en práctica en base a esa experiencia… bajo mi punto de vista éste, es un paso esencial al que K. y otros reducen su enseñanza. Aunque seguro que existen otras muchas formas de verlo, claro.

Por último decir que cuanto estoy expresando, lo intento hacer con honestidad, cariño y la comprensión que me es posible y aunque aquí, solo comparto un par de escenas, digamos las de más enredo, son las que me permitieron descubrirme como actor en la maravillosa película que tuve ocasión de experimentar junto a vosotros, con los que compartí otras escenas más emotivas y bellas durante todo el encuentro, incluso con la complicidad del cielo que nos regaló esta bella imagen que comparto, en el viaje de vuelta a casa.

Gracias a todos.

Miguel Bermejo

Notas sobre el Diálogo del 20/06/2016

¿Cómo resolvemos problemas? Hay problemas "mecánicos " cuya solución está estructurada y se acepta que deben ser resueltos. La herramientas y procedimientos a usar suelen ser preconcebidos (véase un problema legal, ingenieril etc). Parece haber una gran variedad de problemas para los que tanto las herramientas de que disponemos como los procedimientos previos adquiridos no se adaptan satisfactoriamente a encauzar su solución. Es conocido que, a veces, se elude incluso la responsabilidad de su resolución. La cuestión es: ¿qué dedicación o energía se vierte a resolver problemas? ¿Nos volcamos verdaderamente? ¿Si nos volcásemos empezaríamos a ser conscientes no sólo de nuestra energía si no del papel que jugamos en la sociedad y en el mundo? Se hizo hincapié en la energía como un movimiento connatural a mente y cuerpo participando en un circuito de pensamiento, emoción y acción de transformación. ¿Habría transformación externa sin transformación interna? ¿y viceversa? ¿Qué es la transformación interna o interior?

Estas preguntas enlazan con otra cuestión. ¿Se puede dar al mundo una energía de mayor calidad, menos usada por ese circuito energético "embotado", más vinculada a mirar con nuevos ojos y actuar con nuevas manos? ¿Estaría eso exento de un cambio fisiológico del ser humano? De ser así ¿los actos modificarían  nuestra biología? ¿La conciencia de nuestra energía especial y única está ligada a percibir el mundo como una unidad? ¿Sería éste un enfoque poco convencional del ser en el que se forma parte de un todo descubriendo su propia identidad?

A raíz de esto, y en clave negativa, surge la pregunta de por qué no hay conciencia de ser. ¿Podría haber una relación entre la observación del flujo energético y una nueva conciencia de ser? ¿Existe un punto de vista en el que se perciba la acción y se conozca al ser?

El condicionamiento en la investigación de uno mismo:
Tener referencias del a dónde llegar y el cómo llegar.
Identificación entre el pasado y el presente.
Miedos

¿Sería condicionamiento valorar como dañinas u opresoras las presiones externas (sociales, etc)? ¿Hay otra forma de percibir la realidad de esas presiones? ¿Es ese un punto de vista válido para formar movimientos de liberación? ¿A qué aspira un movimiento de liberación? ¿Estar libre de condicionamiento depende de uno mismo? Si no fuera así, ¿qué sucedería si se observasen desde el "centro" esos mecanismos de expresión del condicionamiento? ¿Sería eso la puerta a la no identificación con el pensamiento, con la idea de que el pensamiento no es de uno? ¿Sería pues un papel de un movimiento de liberación el de animar, compartir y comprender ese hecho?

Luis

El espíritu del diálogo

Interlocutor: Yo encuentro que un grupo que se reúne regularmente para discutir sus enseñanzas, tiende a volverse confuso y aburrido. ¿Es mejor pensar sobre estas cosas a solas o con otros?

Krishnamurti: ¿Qué es lo importante? ¿No es averiguar, descubrir por uno mismo las cosas respecto de uno mismo? Si eso constituye su necesidad urgente, inmediata, instintiva, entonces puede llevarlo a cabo con uno o con muchos, puede hacerlo solo o con dos o tres más. Pero cuando eso falta, los grupos se vuelven aburridos. Entonces las personas que llegan al grupo son dominadas por uno o dos de sus miembros, los que “lo saben todo”, los que están en contacto inmediato con la persona que ya ha dicho estas cosas. Así pues, hay uno que se vuelve la autoridad y, gradualmente, explota a los demás.
Conocemos todo este juego demasiado familiar. Pero las personas se someten a él porque les gusta reunirse, estar juntas. Les gusta hablar, ser portadoras del último chisme o de las últimas noticias. Y así es como la cosa pronto se deteriora. Uno comienza con una intención seria, y eso llega a convertirse en algo desagradable.
Pero si realmente, con insistencia, sentimos la necesidad de descubrir por nosotros mismos lo verdadero, entonces toda relación se torna importante. Pero personas así son la excepción. Porque no somos serios de verdad; por eso, a la larga hacemos de los grupos y de las organizaciones algo que debe ser evitado. Depende de usted, sin duda, ser verdaderamente serio como para descubrir estas cosas por sí mismo. Y este descubrimiento puede llegar en cualquier instante, no solamente en un grupo o cuando se encuentra a solas, sino cada vez que está atento y es sensible a las insinuaciones de su propio ser. Al observarse a sí mismo, la manera que habla durante la comida, o como habla con su vecino, con su subordinado, con su jefe, todas estas cosas, si usted está atento, indican sin duda el estado de su propio ser. Y ese descubrimiento es lo importante, porque ese descubrimiento es lo que nos libera.

“Sobre la verdad”, Jiddu Krishnamurti
Londres, 23 de abril de 1952

El espíritu del diálogo

Krishnaji dijo: "Hablemos del tiempo y del diálogo como dos personas religiosas. Religiosas en el sentido de estar libres de toda tradición, autoridad y sistema. En un diálogo así existe un preguntar y un responder; la respuesta genera una futura pregunta, y de ese modo la pregunta se mantiene en movimiento. En un diálogo como ese surge un estado de escuchar en el cual las dos personas desaparecen y sólo queda la pregunta."

J. Krishnamurti
Biografía
Hechos, relatos y vivencias de una profunda amistad
Pupul Jayakar
(página 577)

Notas sobre el Diálogo del 06/06/2016

Luis: Hola buenos días. Ayer se habló del lenguaje en el diálogo, cuyo vehículo son las palabras. Partiendo de la base de que las palabras no son las cosas debatimos si hubiera una interacción o un ambiente adecuado entre emisor, receptor y mensaje en el que se produjese verdadera comprensión. Ahondamos en el tema de la comprensión y, en clave lógica negativa, en qué impide la comprensión. ¿Qué condiciona la creencia de que comprendemos cuando podría ser más profunda? Detectamos un denominador común, comprensión de uno (apego a sentir o lo que es lo mismo, asociar comprensión a sentimientos más o menos elevados) frente a comprensión a secas. Se habló de la posibilidad de atender al proceso de comprensión. En relación a si un proceso de investigación pudiera centrarse en uno mismo. El que habla podría consciente o inconscientemente ocultar cosas. Así que se optó por indagar en lo que impide a cada uno, emisor mentiroso o receptor poco atento, comprender. Lo que parece ser el nexo de todo es la poca calidad en cuanto a contenido de verdad de aquello que se interpreta o procesa. Es por lo que se propuso atender a lo que procesa, al movimiento de aquello que interpreta y recibe la información. ¿Es continuo ese proceso? ¿Se puede seguir? ¿Qué ocurriría al hacerlo? ¿Se diría que eso sería aproximarse a que el objeto de conocimiento pudiera ser una facultad cognoscitiva? ¿Podría ser una manera de saber por qué no se sabe?

Enrique: Gracias a todos, de corazón, por vuestras presencias. Se habló ayer de la humildad y más allá de mentar una palabra sin sentido, he sentido en todos estos meses haberme dejado traspasar por vuestros pareceres. Mari Cruz, Mercedes, Ernesto Cordero y Pentón, Amadeo, Alfonso, Luis, Ángel, Vanessa... habéis traspasado mi interior refrescando mi mente y alegrado mi corazón. De todos he recibido y hasta cuando me removía a mi pesar lo oído, me quedaba con mi desazón sin luchar con ella, aprendiendo a amansar mi corazón dolido. No sé si somos conscientes del increíble experimento afectivo de diálogo que trabajamos. Si no nos afecta y conmueve el conversar, el propósito es teórico y estéril. A mí, dialogar con vosotros me está cambiando profundamente, y esta revolución interna la hago extensiva a todos mis ámbitos. Gracias.

Mercedes: ¿Podemos darnos cuenta en cada momento del proceso que hace la mente de la información cognitiva y que determina nuestra conducta? ¿Podemos verlo sin más, sin operar sobre ello, sin pretender cambiarlo, sin justificarlo, sin juzgarlo, es decir, comprendiéndolo?

Ernesto Cordero: Enrique, gracias a ti por contribuir y participar en los diálogos, has sido constante y el afecto que se desprende de tu reflexión y agradecimiento lo compartimos creo que todos. En realidad ese afecto y respeto es la esencia del grupo. Hemos de cuidar y nutrir con todo nuestro ser un espacio así y hacerlo en la medida de nuestra comprensión a nuestro entorno, quizá algo pueda cambiar en esta sociedad carente de sensibilidad y amor.

Luis: La parte en que ayer se habló de la honestidad o integridad para profundizar en uno mismo, en lo que está lejos de la comprensión, fue muy interesante. Parece indicar la posibilidad de introducirse entre el pensamiento y la propia existencia. No soy lo que pienso aunque pensar pudiera ser una gran herramienta. Es un gran paso apercibir lo que uno no es. Y cómo la vida sigue cuando se siguen tomando decisiones pero desde ese punto de vista.

Ernesto Cordero: El tema que ayer tratamos tiene contenido  para seguir profundizando. Luis,  has hecho un buen resumen,  se quedan algunas cosas en el tintero pero no es sencillo sintetizar tanta información. Sólo añadiría que vimos el significado de las palabras y la importancia que tienen en nuestra manera de comprender lo que nos rodea, incluida las relaciones en general y  cuánto nos limitan, quizá habría que profundizar en el proceso mismo del pensar, en esa maravillosa y peligrosa máquina llamada pensamiento, en el programa que nos vive, y en las consecuencias reales que tiene en todas las facetas de nuestras vidas. Otra cosa que vimos fue la actitud y la forma de dialogar, ¿cuánto de real y sincero hay en nosotros cuando nos exponemos ante un grupo y ante preguntas fundamentales? Descubrir que uno sabe demasiado y que esto impide profundizar y escuchar es algo que vamos deshaciendo en el diálogo. El aprender es infinito.

Luis: ¿Atender a algo que sucede sin voluntad? Podría ser el principio de una nueva forma de relación entre seres humanos. Que nos una el ser testigos del condicionamiento.

Enrique: Si, querido Ernesto. El aprender es tan infinito como la capacidad neuronal de seguir tejiendo conexiones. Es la belleza pura de la complejidad biológica. Tan intrincada y a la vez tan eficaz....

Alfonso: Gracias Luis por recoger tanto de lo que ayer se habló y ponerlo por escrito. ¡Es tanto lo que puede aprenderse en el diálogo! Si podemos vernos en lo que cada uno habla, ¡hay tanto para ser comprendido! Nadie sobra porque cada quien expresa una parte de lo que somos. Cada quien expresa una parte de lo que no somos. Hablamos de si se puede tener mucho y no ser nada, el flujo del movimiento cognitivo que provoca su propio desenvolvimiento. Gracias Enrique.