Noviembre, 2007
Un soleado fin de semana otoñal, rodeados por doquier de todos los matices de amarillos y ocres, que adornaban todavía las choperas, que engalanaban los senderos y los campos de la ribera; once personas, estudiosas de K, reunidas en un viejo monasterio a orillas de río Duero. Monasterio remodelado para acoger visitantes, donde no hace muchos años estudiaban varios cientos de frailes agustinos.
El escaso número de ejercitantes nos permitió ahondar y participar, retomar una y otra vez el tema que entre todos elegimos el primer día: la pasión, la vitalidad, el vivir creativo. Para ello nos valimos del libro ¿Qué estas haciendo con tu vida? de K.
Hubo puntos clave en la investigación como fueron: el indagar si vivimos sin pasión, con falta de integridad, espontaneidad y creatividad.
Hubo un análisis en profundidad, por parte de uno de los asistentes, para desmenuzar el operar del yo y el dolor que le acompaña.
Se leyeron textos, del mencionado libro, en los que se abordaban preguntas como: ¿cuál es el propósito de la vida? ¿Cuál es el proceso del aburrimiento?. Igualmente, asistimos a un video donde K abordaba el tema de la belleza.
El domingo indagamos sobre los peligros para la mente de abordar con seriedad temas como estos; la imposibilidad de abordar estos temas con una atención total dado que el acercamiento siempre va a ser desde la parcialidad: ¿cuál es la acción correcta de una mente parcial? ¿De que percepción estamos hablando cuando todo lo que conocemos es el movimiento condicionado?
Nos movemos siempre desde el cerebro y K hablaba de un movimiento completo, de todo el ser, más allá de lo mas o menos capaz que uno pueda ser.
Abordar todo aquello que esta acallado. Educarnos y aprender. Es decir, abordamos la cualidad del movimiento de un cerebro capaz, consciente de las trampas que lo mantienen sujeto al conflicto.
Alfonso