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CUALQUIERA QUE SEA LA CULTURA EN QUE HAYAMOS NACIDO, SOMOS EL RESULTADO DE ESA CULTURA

 

   “… Durante estas charlas debe preguntarse: ¿por qué este desastre, esta confusión? Si lo investigan con toda seriedad, descubrirán que el hombre es perezoso; el caos es producto de la pereza del hombre, de su indiferencia, de su desgana, de la aceptación; esa es la forma más fácil de vivir, aceptar, adaptarse al medio, a las circunstancias, a la cultura en la que viven, simplemente aceptar, y esa aceptación genera una espantosa pereza. Es muy importante si uno realmente escucha, comprender que como seres humanos somos muy perezosos. Pensamos que hemos resuelto el problema del vivir gracias a las creencias, diciendo «creo en esto o en aquello», pero la creencia se basa esencialmente en el miedo, y la incapacidad de resolver el problema del miedo indica que la pereza está profundamente arraigada.

   … Nuestro condicionamiento, consciente e inconsciente, es muy profundo y de mucho peso, ¿no es cierto? Somos cristianos, hindúes, ingleses, franceses, alemanes, indios, rusos; pertenecemos a esta o esa iglesia con todos sus dogmas, a esta o esa raza con su carga histórica. Nuestras mentes están superficialmente educadas. La mente consciente está educada según la cultura en que vivimos, y de eso uno acaso pueda desprenderse con bastante facilidad. No es demasiado difícil dejar de lado el ser inglés, indio, ruso, o lo que uno sea, o renunciar a una iglesia o religión en particular. Pero es mucho más difícil descondicionar el inconsciente, el cual juega un papel mucho mayor en nuestra vida que la mente consciente.

   … Vemos pues, que el esfuerzo es una porfía o una lucha por transformar aquello que es en aquello que deseáis que sea. Estoy hablando únicamente de la lucha psicológica, no de la lucha con un problema físico como los de la ingeniería, o de algún descubrimiento o transformación puramente técnica. Yo hablo tan solo de esa lucha que es psicológica, y que siempre se sobrepone a lo técnico. Puede que construyáis con gran esmero una sociedad maravillosa, empleando los infinitos conocimientos que la ciencia nos ha brindado. Pero mientras no hayamos comprendido el esfuerzo, la lucha y la batalla psicológica, y no hayamos vencido las corrientes e impulsos subconscientes, la estructura de la sociedad, por maravillosa que sea su construcción, tendrá por fuerza que derrumbarse, como ha ocurrido una y otra vez.

   … ¿Qué entendéis por individuo? ¿Qué es el “vosotros”? ¿Qué somos nosotros, en lo físico y en lo psicológico, por fuera y por dentro? ¿No somos el resultado de influencias ambientales? ¿No somos el resultado de nuestra cultura, nacionalidad, religión, etc.? El individuo pues, es el resultado de la educación técnica o clásica. Sois el resultado del medio ambiente. Y están los que dicen que vosotros no sois tan sólo físico, sino algo más; que en vosotros está la realidad, Dios. Esto, después de todo, no es más que una opinión, el resultado de la influencia de la sociedad. Es una respuesta condicionada, nada más. Aquí en la India creéis que sois algo más que el resultado de influencias materiales. Otros creen que no son nada más que eso. Ambas creencias son condicionadas. Ambas son el resultado de influencias sociales, económicas y otras, lo cual es bastante obvio. Tenemos primero que reconocer, por lo tanto, que somos el resultado de las influencias sociales que nos rodean. Sea que creáis en el hinduismo, en el cristianismo, en la ideología izquierdista, o en nada, vosotros sois el resultado de ese condicionamiento.

   … La mayoría estamos condicionados, condicionados como cristianos, como musulmanes o lo que sea, y dentro de esta área limitada tenemos nuestro ser. Nuestras mentes están condicionadas por la sociedad, la educación, la cultura, y sin comprender todo este proceso de condicionamiento, cualquier búsqueda, conocimiento, indagación, solo traerá más infortunio y más desdicha. Eso es exactamente lo que está sucediendo. El conocimiento propio no se basa en ninguna fórmula. Uno puede ir a un psicólogo o a un psicoanalista para conocerse, pero eso no es conocimiento propio; el conocimiento propio surge cuando nos damos cuenta de nosotros mismos en la relación, la cual nos muestra lo que somos en cada momento.

   … La grandeza es anonimato. Ser anónimo es la mayor de todas las grandezas. La gran catedral, las grandes cosas de la vida, la gran escultura, tienen que ser anónimas. No pertenecen a ninguna persona en particular. Como la verdad; la verdad no le pertenece ni me pertenece, es totalmente impersonal y anónima. Si usted dice que posee la verdad, cuando dice eso, no es usted anónimo, porque es mucho más importante que la verdad. Pero una persona anónima puede que nunca sea «grande». Probablemente nunca lo será porque no desea ser grande, grande en el sentido mundano, o ni siquiera en el sentido interno. Porque es nadie. No tiene seguidores. No tiene templo, no se pavonea ante los demás. Pero, desafortunadamente, casi todos queremos pavonearnos; queremos ser grandes, que se nos conozca, queremos tener éxito. El éxito lleva a la fama, pero esta es una cosa vacía, ¿verdad? Es como cenizas. Todo político es conocido y es su negocio ser conocido; por lo tanto, carece de grandeza. La verdadera grandeza radica en ser desconocido, en ser como la nada, interna y externamente; y eso requiere gran penetración, gran comprensión, gran afecto.

   … Pienso que esto es muy importante porque creo que no nos percatamos de este factor básico, de que somos el mundo y el mundo es lo que somos, de que el mundo no es algo separado de mí ni yo estoy separado del mundo. Cualquiera que sea la cultura en que hayamos nacido, somos el resultado de esa cultura. Y esa cultura ha producido este mundo. El mundo materialista de Occidente, si uno puede llamarlo así, que se está extendiendo por todo el Globo; todo está siendo barrido como resultado de la cultura occidental. Esta cultura ha producido a este ser humano y el ser humano ha creado esta cultura.

     … Un verdadero artista no es ni hindú ni cristiano, tampoco americano ni inglés, el artista que está condicionado por una tradición o un nacionalismo, no es un verdadero artista.”

    J. Kirshnamurti            
                
            Audiotexto:

           

CUANDO SE TORNE CONSCIENTE DE SÍ MISMO SABRÁ QUE FORMA PARTE DEL TODO

              

   “… Para explorar pues, en cualquier campo, tiene que haber libertad, libertad a fin de examinar de tal modo que, en el examen mismo, no haya distorsión alguna. Cuando hay distorsión, detrás de esa distorsión existe un motivo, un motivo para hallar una respuesta, un motivo para lograr un deseo, una solución a nuestros problemas, un motivo que puede tener su base en la experiencia pasada, en el conocimiento pasado, y todo conocimiento es el pasado. Dondequiera que haya un motivo tiene que haber distorsión. ¿Puede entonces nuestra mente estar libre de distorsión? Y examinar nuestra mente es examinar la mente común a toda la humanidad, porque el contenido de nuestra conciencia es el mismo que el de todos los seres humanos que, dondequiera que vivan, pasan por el mismo proceso de miedo, angustia, tortura, ansiedad y conflicto incesante, interna y externamente. Esa es la conciencia común de la humanidad.

   … Primero, reconozcamos que el cerebro ha evolucionado desde los tiempos primitivos hasta ahora. No es mi cerebro individual, es el cerebro de la humanidad. Lógicamente es así. Por consiguiente, la idea del «yo» es impuesta por el pensamiento para limitarse a sí mismo a una acción.

   … Somos como el resto de la humanidad, y en todo el mundo la humanidad sufre, experimenta una gran desdicha, incertidumbre, dolor. En consecuencia, psicológicamente uno es como el resto de la humanidad, uno es la humanidad. Entonces surge el problema: ¿puede eliminarse el contenido de la propia conciencia, todo el conocimiento adquirido acerca de uno mismo, que es la conciencia de la humanidad? Estamos tan condicionados por la idea de que uno mismo es un individuo psicológicamente diferente de otro, lo cual no es real, no es un hecho, que cuando decimos: “debo conocerme a mí mismo”, estamos diciendo: “debo conocer mi pequeña celda”. Y cuando uno investiga esa pequeña celda ve que es nada. Pero la verdad, lo real es que uno es la humanidad, uno es el resto de la humanidad. Investigar la enorme complejidad de la mente humana es leer la historia de uno mismo. Uno es historia y, si sabe cómo leer el libro, comienza a descubrir la naturaleza de esta conciencia, que es la conciencia de todos los seres humanos.

   … Cuando los gobiernos, los dictadores, las grandes empresas y el clericalismo poderoso comiencen a ver que este creciente antagonismo entre los hombres solo conduce a la destrucción general, y que por lo tanto ya no es provechoso, entonces nos podrán obligar por medio de legislación u otros métodos compulsivos, a reprimir nuestros anhelos y ambiciones personales y a cooperar al bienestar de la humanidad. Así como ahora nos educan y estimulan para competir sin misericordia, nos obligarán luego al mutuo respeto y a trabajar para la totalidad del mundo.

   … El interlocutor parece colocarse en oposición al mundo, y entonces se pregunta cuáles son sus derechos en relación con este. ¿Está él separado del mundo? ¿Tiene algún derecho independientemente del conjunto de la humanidad? Al colocarse aparte, ¿comprenderá lo que es el mundo? La parte no es el todo, pero para comprender el todo, la parte no debe situarse en oposición al todo. Comprendiendo la parte se comprenderá el todo. Cuando el individuo está en oposición al mundo, entonces reclama sus derechos; pero, ¿por qué debería ponerse en oposición al mundo? La actitud de oposición entre el "yo" y el "no yo", impide la comprensión. ¿No es el individuo parte del todo? ¿No son sus problemas los problemas del mundo? Sus conflictos, confusiones y desdichas, ¿no son los de su prójimo, cercano o distante? Cuando se torne consciente de sí mismo sabrá que forma parte del todo. Es un producto del pasado con sus temores, esperanzas, avideces, aspiraciones y demás. Este producto busca un derecho en su relación con el todo.

   … Un sannyasi ya no es más un sannyasi, sólo está siguiendo una tradición. Y los santos, ¿han creado por medio de sus historias, sus ídolos e ideales, un mundo diferente, una sociedad buena, un ser humano bueno? Ustedes son el resultado de todo esto. ¿Somos seres humanos buenos? Buenos en el sentido de totales, no fragmentados, no divididos; bueno significa también santo. No me refiero a buena conducta, a ser amable, eso es solo una parte. Ser bueno implica no estar dividido, no estar fragmentado, implica que uno es un ser humano armónico. ¿Somos así después de estos miles de años de santos y Upanishads y Gitas? ¿O somos exactamente como todos los demás? Somos la humanidad. Ser bueno es no seguir a nada ni a nadie. Ser bueno es tener la capacidad de comprender el movimiento de la vida.

   … Vean, hemos tratado de producir esta unidad; el mismo pensamiento ve que la unidad es necesaria y, por lo tanto, ha creado un centro. Tal como el Sol es el centro de este mundo, manteniendo todas las cosas unidas con su luz, así mismo este centro, creado por el pensamiento, espera unificar a toda la humanidad. Los grandes conquistadores, los grandes guerreros, han intentado hacerlo con derramamientos de sangre. Las religiones lo han intentado, y lo que han producido ha sido más división, con su crueldad, con sus guerras y sus torturas.

   … ¿Por qué el hombre no ha sido capaz de cambiar? Solo cambia un poco aquí y allá y, no obstante, demanda que haya una buena sociedad. Quiere orden, no solo en sí mismo y en sus relaciones, ya sean estas muy íntimas o de otra índole, sino que además quiere alguna clase de paz en el mundo; quiere que le dejen tranquilo para florecer, para tener alguna clase de beatitud. Si observa, esta ha sido la exigencia de la humanidad a lo largo de la historia, desde los tiempos antiguos. Y sin embargo, cuanto más civilizado se vuelve el hombre, más desorden crea, más guerras hay. La Tierra no ha conocido ningún periodo en el que no haya habido guerras, en el que el hombre no haya matado al hombre; una religión ha destruido a otra religión, una institución u organización ha dominado y suprimido a otras.

   … Si la vida, toda la vida, está contenida en el ahora, ¿ve usted lo que ello implica? Toda la humanidad es usted. Toda la humanidad. Porque usted sufre, él sufre; la conciencia de él es usted; la conciencia suya, su ser, es él. No existen un usted y un él que limiten el espacio.”

    J. Kirshnamurti            
                
            Audiotexto: