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¿ES EL AMOR UN RECUERDO?

 

    “… En primer lugar, ¿por qué los seres humanos, en todo el mundo, han convertido el sexo en algo tan importante en su vida? ¿Comprende mi pregunta? ¿Por qué? Ahora en Occidente es permisivo, chicos y chicas de doce o trece años ya experimentan el sexo. Y uno se pregunta, ¿por qué los seres humanos, en todas sus actividades, durante toda su vida, le han dado a esto una importancia tan colosal? Adelante, plantee la pregunta, contéstela. Estamos compartiendo juntos la pregunta, ¿verdad? Usted no está escuchando el oráculo de Delfos, sino que estamos investigando juntos. Es su vida. La estamos examinando. Hay toda una filosofía llamada Tantra, parte de la cual se basa en el sexo, que dice que mediante el sexo se puede alcanzar a Dios, sea lo que fuere ese dios. Eso tiene mucha aceptación. Y existen aquellos que, como los monjes, los mendicantes indios y los sacerdotes budistas, han negado el sexo porque todos ellos han sostenido que es un desperdicio de energía, y para servir a Dios hay que presentarse con toda la energía. Y, por lo tanto, niegue, suprima, arda por dentro con todas las demandas, pero suprímalo, contrólelo.

   Así que tiene la permisividad y la llamada supresión religiosa. Y en medio están aquellos que disfrutan de todo, de ambos lados, tienen un pie en esto y otro pie en lo otro. Entonces pueden hablar de ambas cosas, ver si pueden armonizar las dos y encontrar a Dios, o lo que fuere que quieren encontrar. Probablemente, al final encontrará un montón de tonterías. Así que estamos preguntando: ¿Por qué el hombre, la mujer, ha convertido este asunto del sexo en algo tan importante? ¿Por qué no le da la misma importancia al amor? ¿Comprende? ¿A la compasión? ¿A no matar? ¿Por qué le da tan inmenso valor sólo al sexo? Sus guerras, terrores, divisiones nacionales, toda la sociedad inmoral en la que vivimos, ¿por qué no le concede igual importancia a todo eso y no sólo a esto?

   ¿Es porque el sexo es el mayor placer que usted tiene en la vida? ¿El resto de su vida es un aburrimiento, un esfuerzo penoso, una lucha, conflicto, una existencia sin sentido? Y esto al menos le proporciona cierta sensación de gran placer, una sensación de bienestar, una sensación de lo que llama relación y de lo que también llama amor, ¿verdad? ¿Es ésa la razón de que estemos tan locos por el sexo? ¿Porque no somos libres en ninguna otra dirección? De nueve a cinco, usted tiene que ir a la oficina, donde es avasallado, donde tiene a su jefe encima, ya sabe todo lo que sucede en una oficina, o en una fábrica, o en otro trabajo donde hay alguien que le domina. Y nuestras mentes se han vuelto mecánicas; repetimos, repetimos, repetimos; caemos en una tradición, en un surco, en una rutina. Nuestro pensamiento es eso, soy cristiano, soy budista, soy hindú, soy católico, ya sabe, todo el asunto está claramente trazado y usted lo sigue. O rechaza todo eso y forma su propia rutina. De modo que nuestras mentes se han convertido en esclavas de varias normas de existencia, ¿verdad? Así que se han vuelto mecánicas. Y el sexo puede ser placentero, y gradualmente eso también se vuelve mecánico. Así que, si quiere profundizar mucho en el tema, uno pregunta: ¿Es el amor sexo? Adelante, pregúntelo. ¿Es el amor placer? ¿Es el amor deseo? ¿Es el amor el recuerdo de un incidente al que llama sexo, con toda la imaginación, las imágenes, el pensamiento al respecto; es eso amor? ¡Oh, por el amor de Dios! ¿Es el amor un recuerdo? 

   ¿Ve a lo que se reduce? La relación humana es placer, sexo, conflicto, disputas, divisiones, usted siga su rumbo y yo seguiré el mío, ¿comprende? Ésa es nuestra relación, la relación real en nuestra vida diaria. Estamos celosos el uno del otro, queremos poseernos, dominarnos mutuamente y, por lo tanto, hay antagonismo entre nosotros. Uno está sexualmente insatisfecho, así que se va junto a otra persona, y en esa relación sexual hay soledad, ¿verdad? Todas estas cosas, y andar siempre buscando el propio placer, ¿es todo eso amor? Por eso usted hace caso omiso, pasa por alto eso que se llama amor, tal vez eso sea lo más maravilloso, si lo tiene, y está tan atrapado en este torbellino del propio deseo, del propio placer, ¿verdad? De manera que siempre estamos queriendo, no sólo satisfacción sexual, sino gratificación en todas las direcciones, lo cual se basa en el placer. Y a eso lo llamamos amor.

    Nos matamos el uno al otro por el amor de un país. Al final de esto, usted se pregunta por qué el hombre y la mujer le han concedido tan extraordinaria importancia a esta cosa. ¿Es que el hombre y la mujer han perdido su capacidad creadora, no la capacidad sexual, sino la capacidad creadora de poder ver, de ser su propia luz, de no seguir a nadie, no adorar ninguna imagen, ilusión o creencia? Cuando descarte todo eso y haya comprendido sus pequeños y mezquinos deseos personales, que son sus propias exigencias y gratificaciones sexuales, entonces, cuando vea todo eso, cuando tenga una percepción directa de todo eso, de ello surge la creación. No significa pintar un cuadro o escribir un poema. Esa sensación de perenne frescura, ¿comprende?, de tener una mente que es fresca, joven, inocente todo el tiempo, no ofuscada, apesadumbrada con todo tipo de recuerdos, insatisfacciones, miedos y ansiedades. Cuando hayan perdido todo eso, existe una clase de mente totalmente distinta. Entonces el sexo tiene su lugar correspondiente. Al parecer, no tenemos esa cualidad de escepticismo, ¿comprenden?, de ser escéptico acerca de las propias demandas, de cuestionar, de dudar.

   … Tan solo para las muy pocas personas que aman, la relación matrimonial tiene significado. En este caso es inquebrantable, no consiste en un simple hábito o conveniencia, tampoco se basa en la necesidad biológica o sexual; en ese amor incondicional las identidades se fusionan. Sin embargo, para la inmensa mayoría no existe fusión en la relación matrimonial. Usted vive en su aislamiento y ella en el suyo propio, y crean hábitos para asegurarse placer sexual. El amor no es un hábito, el amor es algo dichoso, creativo, nuevo. El hábito es lo contrario del amor, pero como están atrapados en el hábito, su relación rutinaria con la otra parte está muerta, naturalmente. De manera que usted, como individuo responsable de la relación, tiene que hacer algo, y solo podrá cuando su mente y su corazón despierten.”

   J. Krishnamurti

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SOLO ESA MENTE QUE NO TIENE NINGUNA OCUPACIÓN PUEDE RECIBIR ALGO NUEVO

 

   “… ¿Es posible tener una mente totalmente desocupada? Por favor, le estoy haciendo una pregunta que no tiene respuesta, porque usted tiene que investigar y, cuando lo descubra por sí mismo verá que sucede algo extraordinario. Es muy interesante descubrir por sí mismo cómo la mente está ocupada. El artista está ocupado con su arte, con su reputación, con su progreso, con la mezcla de los colores, con su fama, su celebridad; el erudito está ocupado con su conocimiento; y el hombre que está tratando de conocerse a sí mismo está ocupado con su autognosis, intentando, como una pequeña hormiga, percatarse de cada pensamiento, de cada movimiento. Todos son iguales. Sólo la mente que está del todo desocupada, completamente vacía, sólo esa mente que no tiene ninguna ocupación puede recibir algo nuevo. Pero ese algo nuevo no puede manifestarse en tanto la mente esté ocupada.

   … El hombre que se retira a un monasterio y reza de la mañana a la noche, dedicando cierta parte del día a trabajar en el huerto, cuya mente está completamente ocupada con Dios, con la mortificación, la disciplina y el control de sí mismo, a ése usted lo considera persona muy santa, un hombre de lo más extraordinario. Mientras que el hombre que se dedica a los negocios, manipula la bolsa de valores y está ocupado todo el tiempo en ganar dinero, de éste usted dice: «Bueno, no es más que un hombre ordinario, como todos nosotros». Pero ambos están ocupados. En mi opinión, el objeto que ocupa la mente carece de importancia. Un hombre cuya mente esté ocupada con Dios no encontrará nunca a Dios, porque Dios no es algo con que ocuparse, es lo desconocido, lo inconmensurable. Usted no puede ocuparse con Dios. Ésa es una forma vulgar de pensar en Dios. Lo significativo no es con qué está ocupada la mente, sino el hecho de su ocupación, tanto si se trata de la cocina, de los niños, la diversión, lo que va a comer, o de la virtud, de Dios. ¿Y tiene la mente que estar ocupada? ¿Comprende? ¿Puede una mente ocupada ver algo nuevo, algo que no sea su propia ocupación? ¿Qué le sucede a la mente si no está ocupada? ¿Comprende? ¿Existe la mente si no hay ocupación? El científico está ocupado con sus problemas técnicos, con su mecánica, con sus matemáticas, como el ama de casa lo está con la cocina o con el bebé. Todos le tenemos mucho miedo a no estar ocupados, nos asustan las repercusiones sociales. Si uno no estuviera ocupado podría descubrirse a sí mismo tal cual es. De modo que la ocupación se convierte en una forma de evadirse de lo que uno es. Entonces, ¿tiene la mente que estar permanentemente ocupada?

   … El principio de la meditación consiste en estar constantemente alerta y despierto, en ser reflexivo, porque sin la genuina base del discernimiento, la mera concentración y otras formas de la así llamada meditación se tornan peligrosas y carecen de un significado profundo. Como lo he señalado, cuando usted esté alerta descubrirá que la mente busca un resultado, una conclusión, que anhela un logro, la seguridad. Perseguir una conclusión predeterminada ya no es más meditación, porque el pensamiento se halla, entonces, atrapado en su propia red de imágenes.

    Consideremos un poco más a fondo el proceso de la meditación. Es muy difícil estabilizar el errante y agitado pensamiento, se mueve de un objeto a otro, de una sensación a otra. En este proceso uno toma conciencia de la extrema sensibilidad del pensar. Éste vaga de un conjunto de ideas a otro, ya sea a causa del interés o tan solo porque es perezoso e indiferente. Si el pensamiento se limita a controlarse respecto de su vagabundeo, se vuelve estrecho, limitado y destructivo. Si se interesa en ir de una cosa a otra, entonces es inútil que se controle, ya que eso no revelará por qué se interesa en disipar su propia energía. Pero si usted está interesado en descubrir por qué divaga el pensamiento, entonces está empezando a discernir y a estar alerta, por lo cual existe una concentración natural, espontánea. Así pues, primero debe observar que el pensamiento está divagando, y luego discernir por qué divaga. Cuando el pensamiento percibe que es indolente, perezoso, ya está comenzando a estar activo, pero el mero control del pensamiento no origina una acción creativa.

   … La mente, tanto consciente como inconsciente, es un manojo de recuerdos; y cuando la mente se dice a sí misma: "debo estar libre de la memoria a fin de comprender la realidad", ese mismo anhelo de ser libre forma parte de la memoria. Ese es un hecho. Por lo tanto, la mente ya no anhela ser nada, hace frente simplemente al hecho de que ella misma es memoria. No desea transformarse, no desea convertirse en alguna otra cosa. Cuando la mente ve que cualquier acción de su parte sigue siendo funcionamiento de la memoria, y por lo tanto que es incapaz de encontrar la verdad, ¿cuál es entonces el estado de la mente? Entra en calma. Cuando la mente percibe que cualquier actividad suya es inútil, que forma totalmente parte de la memoria y por lo tanto del tiempo, cuando ve ese hecho, ella se detiene, ¿no es así?

   Si vuestra mente ve la realidad de lo que estoy diciendo, que cualquier cosa que haga sigue siendo parte de la memoria, y que por lo tanto no puede actuar para librarse de la memoria, ella no actúa. Cuando la mente ve que no puede proseguir de ese modo se detiene. Por lo tanto, la mente, todo el contenido de la mente, lo consciente y lo inconsciente entra en silencio. Ahora la mente está sin acción. Ha visto que todo lo que haga es en una línea horizontal, que es la memoria; por consiguiente, viendo la falacia de eso, ella se queda quieta. No tiene objeto alguno en vista, ningún deseo de un resultado, está absolutamente tranquila, sin movimiento en ninguna dirección. ¿Qué ha sucedido pues? La mente está tranquila, no ha sido tranquilizada. Ved la diferencia entre una mente que ha sido adormecida y una mente que está quieta. En ese estado encontraréis un movimiento enorme, vitalidad extrema, apacible y alerta novedad. Toda acción positiva ha cesado, y la mente se halla en un estado de suprema inteligencia porque ha abordado el problema de la memoria mediante el pensamiento negativo, que es la más elevada forma del pensar. De suerte que la mente está apacible, es veloz y, sin embargo, está en silencio, no es exclusiva, no está concentrada ni fija, pero percibe extensivamente.”

   J. Krishnamurti

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EN EL VIAJE DE LA VIDA Y DE LA MUERTE, TENÉIS QUE CAMINAR SOLO

   

     “… Mientras escuchamos al que habla, si simplemente interpretamos las palabras de acuerdo con nuestro personal agrado o desagrado, sin darnos cuenta de las propias tendencias hacia la interpretación, entonces la palabra se convierte en una prisión donde infortunadamente somos atrapados muchos de nosotros. Pero si uno está alerta al sentido recto de la palabra y a lo que se sugiere detrás de ella, entonces la comunicación llega a ser posible. La comunicación implica no sólo comprender verbalmente, sino también caminar juntos, examinar juntos, compartir juntos, crear juntos. Esto es muy importante, especialmente cuando estamos hablando del dolor, del tiempo, y de la naturaleza del placer y el temor. Éstas son cuestiones muy complejas. Todo problema humano es muy complejo y para sentirlo se requiere cierta austeridad, cierta simplicidad. Cuando usamos la palabra "austero" no queremos decir rudeza, que es el sentido que se le da corrientemente, no tiene sentido de sequedad o de disciplina y control. Queremos referirnos a la austera simplicidad que debe haber en el examen y en la comprensión del asunto que vamos a tratar. La mente tiene que ser realmente sensible. La sensibilidad implica inteligencia, la cual está más allá de la interpretación del intelecto, más allá del emocionalismo y del entusiasmo.

   … Con esa humildad todo se vuelve tan suave, tan tranquilo, tan pleno de belleza. No tenemos nada de eso. Visitamos los museos, estudiamos las pinturas y hemos perdido la delicadeza, la sensibilidad de la mente, del corazón, del cuerpo. ¿Cómo podemos saber qué es la belleza cuando hemos perdido esta sensibilidad? Y cuando carecemos de sensibilidad acudimos a algún lugar para aprender a ser sensibles. Vamos a un seminario, a un ashram o a alguna corrupta cueva donde aprendemos a ser sensibles. Se vuelve algo muy desagradable. Por lo tanto, como usted es un profesor o maestro, ¿cómo puede educar a los estudiantes para que posean esta cualidad? Esto llega a ser muy, muy importante. Uno tiene que preguntarse, entonces: ¿Para qué estamos educando? ¿Para qué nos educan? Todos están siendo educados. En Norteamérica probablemente el noventa por ciento de las personas recibe educación, sabe cómo leer y escribir y demás. Pero, ¿para qué? 

   … Los científicos, los políticos, los educadores y las autoridades religiosas son todos ellos responsables; en cambio yo no sé nada sobre responsabilidad, yo me limito a seguirles. Esta es la actitud general en todo el mundo, hacer de uno mismo un ser irresponsable; me vuelvo irresponsable al delegar mi responsabilidad en otro. Y lo que en este momento decimos es que usted es el único responsable, puesto que usted es el mundo y el mundo es usted. Usted ha creado este desastre y sólo usted puede hacer que haya claridad; luego la total, la entera responsabilidad es de usted y de nadie más. Ahora bien, esto significa que debe usted ser una luz para sí mismo, no caminar a la luz de un profesor, de un analista o psicólogo, ni a la luz de Jesús o de Buda; debe ser usted su propia luz en un mundo que va sumiéndose en la oscuridad absoluta. Y para ello tiene usted que ser responsable.

   … Decimos: «¿Cómo puedo prestar atención si soy perezoso?» No importa si es perezoso, esté totalmente atento a la pereza, esté por completo atento a la inatención, entonces cuando se dé cuenta de que está totalmente atento a la inatención estará en estado de atención. Debido a que no comprendemos la extraordinaria naturaleza de la muerte, nosotros, la gente culta, los intelectuales, convertimos la vida en algo que no tiene ningún significado, la vida pierde todo su sentido. Así, ¿tiene la vida algún significado?

   … Si usted ha leído este libro toda una hora atentamente, eso es meditación. Si sólo se ha quedado con unas cuantas palabras y ha reunido algunas ideas para pensar en ellas más tarde, entonces eso ya no es meditación. La meditación es un estado de la mente que mira todas las cosas con atención completa, totalmente, no sólo en partes. Y nadie puede enseñarle cómo estar atento. Si lo aprende de algún sistema usted estará atento al sistema, pero eso no es atención. Supongamos que uno es envidioso, que siente envidia de otro que es muy hábil, brillante, inteligente, sensible, que ve y goza la belleza de la tierra y la gloria del cielo, mientras que para uno eso no significa nada. Uno quiere ser como él. De modo que empieza a imitarlo, imita su manera de caminar, de mirar, de sonreír; sin embargo, uno sigue siendo codicioso. Aunque nos hayan educado desde la infancia para que no seamos codiciosos, no hemos comprendido que ese ‘no’, es meramente el opuesto de lo que somos. Nos han educado, nos han condicionado, los libros que nos han hecho leer dicen que la dualidad existe y hemos aceptado eso. Es muy difícil romper ese condicionamiento que desde la infancia nos impide comprender este hecho tan simple, que sólo existe ‘lo que es’.

    … La verdad es una cosa extraña, cuanto más la perseguís, más os eludirá. No podéis capturarla por ningún medio, por muy sutil y astuto que sea, no podéis retenerla en la red de vuestro pensamiento. Comprended esto y dejad que todo siga su marcha. En el viaje de la vida y de la muerte, tenéis que caminar solo; en este viaje no puede uno confortarse en el conocimiento, en la experiencia, en los recuerdos. La mente debe depurarse de todas las cosas que ha reunido en su ansia de seguridad, sus dioses y virtudes deben ser devueltos a la sociedad que los engendró. Tiene que haber soledad completa, no contaminada.

   … Caminar solo, no estorbado por el pensamiento, por el rastro de nuestros deseos, es ir más allá de los límites de la mente. Es la mente la que aísla, separa y destruye la comunión. La mente no puede hacerse plena, no puede hacerse completa, porque ese esfuerzo mismo es un proceso de aislamiento, es parte de la soledad que nada puede encubrir. La mente es el producto de los muchos, y lo que es compuesto nunca puede estar solo. La verdadera soledad no es el resultado del pensamiento. Únicamente cuando el pensamiento está completamente en calma existe el vuelo de lo solo hacia lo único.”

   J. Krishnamurti

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PARA AFRONTAR LA VIDA ENTERAMENTE UNO DEBE ESTAR LIBRE DE TODOS LOS VALORES DEFENSIVOS

      

   “… En general, el hombre ve la vida sólo a través de la tradición del tiempo, a la cual lleva en su mente y en su corazón; mientras que para mí la vida es permanentemente fresca, se renueva, se mueve, jamás es estática. La mente y el corazón humanos están agobiados por el no cuestionado deseo de bienestar, el cual debe necesariamente engendrar a la autoridad. El hombre aborda la vida mediante la autoridad y por esto es incapaz de comprender el pleno significado de la experiencia; sólo esa comprensión puede liberarlo del sufrimiento. Se consuela con los falsos valores de la vida y se convierte meramente en una máquina, una pieza en la estructura social o en el sistema religioso. Uno no puede descubrir cuál es el valor auténtico, en tanto su mente esté buscando consolación; y puesto que nuestras mentes, en su mayoría, buscan consolación, bienestar, seguridad, no pueden descubrir qué es la verdad. Así, muy pocas personas son individuos, son meramente piezas en un sistema.

   … El sistema adquisitivo está basado en la idea de que uno puede poseer y que es legal poseer. La posesión nos glorifica. Cuanto más tenemos más nobles y mejores se nos considera. Hemos creado ese sistema y nos hemos vuelto esclavos de ese sistema. Podemos crear otra sociedad no basada en el espíritu adquisitivo, y esa sociedad puede obligarnos a que nos amoldemos, como individuos, a sus convenciones, tal como esta sociedad nos obliga a amoldarnos a su carácter adquisitivo. ¿Cuál es la diferencia? Ninguna en absoluto. Ustedes, como individuos, son meramente forzados por las circunstancias a actuar en una dirección particular; por lo tanto, no hay pensar creativo en absoluto. Mientras que, si empieza a funcionar la inteligencia, uno ya no es un esclavo de la sociedad, adquisitiva o no adquisitiva. Pero para que la mente se libere tiene que haber una gran intensidad, tiene que existir esta continua agudeza de observación, la cual por sí misma genera conflicto. Esta agudeza misma produce una perturbación, y donde existe esa crisis, esa intensidad del conflicto, la mente, si no escapa, comienza a pensar de una manera nueva, piensa creativamente, ese pensar es en sí eternidad.

   … Hay también otras causas que indican una crisis sin precedentes. Una de ellas es la extraordinaria importancia que el hombre da a los valores sensorios, a la propiedad, al nombre, a la casta, a la patria y al rótulo particular que ostenta. Sois musulmanes o hindúes, cristianos o comunistas. El nombre y la propiedad, la casta y el país han adquirido predominante importancia, lo cual significa que el hombre está atrapado en el valor sensual, en el valor de las cosas, sean ellas producto de la mente o de la mano. Las cosas hechas por la mano o por la mente han llegado a ser tan importantes que nos matamos, nos destruimos, nos descuartizamos, nos liquidamos unos a otros por causa de ellas.

   Estamos acercándonos al borde de un precipicio, toda acción nos conduce hacia él, toda acción política, toda acción económica nos lleva inevitablemente al precipicio, arrastrándonos a ese abismo de caos y confusión. La crisis pues, es sin precedentes y ella exige una acción sin precedentes. Para apartarse, para salirse de esa crisis se necesita una acción creadora, atemporal, una acción que no se base en ideas, en sistemas, porque toda acción basada en un sistema, en una idea, inevitablemente conducirá a la frustración.

   … Debemos ser serios al enfrentarnos al caos que hay en el mundo, a la incertidumbre, la destrucción, las guerras, a este mundo en que todos los valores han sido descartados por una sociedad totalmente permisiva, tanto en lo sexual como en lo económico. No hay moralidad ni religión, todo eso está siendo desechado. Uno ha de ser pues, total y profundamente serio. Si ustedes tienen esa seriedad en el corazón, escucharán. Depende de ustedes, no del que habla, el ser suficientemente serio como para escuchar de un modo tan completo que puedan descubrir por sí mismos una luz que nunca se apague, una manera de vivir que no dependa de ninguna idea, de ninguna circunstancia; una manera de vivir que sea siempre libre, nueva, joven y llena de vitalidad. Si poseen esa cualidad de la mente, que desea descubrir a cualquier precio, entonces ustedes y el que habla podremos trabajar juntos, y llegar a esta cosa singular que resolverá todos nuestros problemas, ya sean problemas de la rutina diaria o problemas de índole muy seria. 

   … Para afrontar la vida enteramente uno debe estar libre de todos los valores defensivos. Pero nuestras mentes y corazones están sofocados con tales valores, los cuales tornan incompleta nuestra acción y, en consecuencia, hay miedo a la muerte. Para encontrar los valores genuinos, para estar libres de este miedo continuo a la muerte y del problema del más allá, tenemos que conocer la verdadera función del individuo, tanto en el aspecto creativo como en el colectivo.

   … Si estáis sentados a orillas de un río tras de una tempestad, veis que la corriente arrastra mucha broza o residuos. De la misma manera, tenéis que observar vuestro propio movimiento, seguir todo pensamiento, todo sentimiento, toda intención y motivo, simplemente observarlo. Esa observación es también escucha. Es percibir con vuestros ojos, oídos, con vuestra penetración, todos los valores que han creado los seres humanos y por los cuales estáis condicionados; y sólo este estado de percepción total es el que acaba con toda busca.

   … El problema no es si Dios existe o no, sino cómo puede el hombre descubrir a Dios. Si en su búsqueda se desembaraza de todo, inevitablemente dará con esa realidad. Pero debe empezar con lo cercano y no con lo lejano. Obviamente, para llegar lejos tenemos que empezar cerca. Pero casi todos nosotros queremos especular, lo cual constituye un escape muy conveniente. Por eso las religiones ofrecen una droga tan maravillosa para la mayoría de las personas. Así pues, la tarea de desembarazar la mente de todos los valores que ella ha creado es en extremo ardua, y debido a que nuestras mentes están cansadas o porque somos perezosos, preferimos leer libros religiosos y especular acerca de Dios, pero eso no es, por cierto, el descubrimiento de la realidad. Realizar es experimentar, no imitar.”

    J. Krishnamurti

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LA CONFORMIDAD COMIENZA EN LA INFANCIA, MEDIANTE LA EDUCACIÓN Y EL IMPACTO DE LA SOCIEDAD

                        

                   

   “… El mundo está despedazado por creencias antagónicas, por las distinciones de castas y clases, por las nacionalidades separativas, por todas las formas de estupidez y crueldad. Curiosamente estamos siendo educados para encajar en ese mundo, se nos anima a formar parte de la estructura de esa sociedad desastrosa, eso es lo que quieren los padres y uno también quiere eso. Ahora bien, ¿es el propósito de la educación únicamente ayudar a uno para que se adapte al modelo de este orden social corrupto, o es darle libertad para desarrollarse y crear una sociedad diferente, un nuevo mundo? Necesitamos tener esta libertad, no en el futuro sino ahora, de lo contrario todos seremos destruidos.

   Debemos crear de inmediato un entorno de libertad para vivir y descubrir por nosotros mismos lo que es la verdad, y de esa manera ser inteligentes para poder afrontar el mundo, comprenderlo en lugar de amoldarnos, para que internamente en lo más profundo, psicológicamente estemos en perpetua rebelión. Sin duda, sólo aquellos que vivan en constante rebelión descubrirán lo que es la verdad, no aquellos que se amoldan y siguen la tradición. Sólo es posible encontrar la verdad, Dios, el amor, cuando uno indaga, observa y aprende constantemente; pero si hay miedo es imposible indagar, observar, aprender y darse cuenta con profundidad. Por eso, el propósito de la educación es erradicar, tanto interna como externamente, ese miedo que destruye el pensamiento humano y el amor.

   … En realidad, esto no es complejo, aunque pueda resultar difícil. Vea, nosotros no comenzamos con lo real, con el hecho, con lo que estamos pensando, haciendo, deseando; partimos de suposiciones o de ideales que no son realidades y así nos extraviamos. Para partir de hechos y no de suposiciones necesitamos una profunda atención, y toda forma de pensar que no se origina en lo real es una distracción. Por eso es tan importante comprender qué está ocurriendo tanto dentro como alrededor de uno.

   Si uno es cristiano, sus visiones siguen cierto patrón; si es hindú, budista, musulmán, siguen un patrón diferente. Uno ve a Cristo o a Krishna conforme a su condicionamiento, la educación que usted ha recibido, la cultura en que se ha desarrollado determina sus visiones. ¿Cuál es la realidad, el hecho, la visión o la mente que se ha formado en cierto molde? Las visiones son la proyección de la tradición particular que ha venido a constituir el trasfondo de la mente. Este condicionamiento, no la visión que él proyecta, es la realidad, el hecho. Comprender el hecho es sencillo, pero se hace difícil debido a nuestros agrados y desagrados, a nuestra condena del hecho, a las opiniones o los juicios que tenemos acerca del hecho. Estar libres de estas diversas formas de evaluación es comprender lo real, lo que es.

   … Todo el mundo se está deteriorando, se está derrumbando, y nosotros no investigamos las causas fundamentales. Entonces, ¿cuál es la causa? ¿Es que tanto hemos acudido en procura de ayuda a los líderes políticos, religiosos y económicos con sus ideas particulares, con sus peculiares sistemas, que siempre estamos dependiendo de otros para que nos guíen, para que nos digan lo que debemos hacer? ¿Es ése el origen, la causa fundamental de esto, o culpan ustedes al medio en que viven? El medio en que viven es el gobierno que no tiene un líder adecuado, un gurú honesto. Ése es el medio, algo exterior a nosotros. ¿Es ésa la causa de esto, lo cual significa que hemos confiado enteramente en la autoridad, la autoridad de la tradición, la autoridad de los libros, de los líderes, de los gurús, etc.? Cuando uno depende así, poco a poco se debilita, se enferma, es incapaz de pensar claramente. Este es un hecho. Los periódicos les dicen a ustedes lo que deben pensar. Todas las reuniones a las que asisten, los discursos que escuchan, los adoctrinan.

   De modo que la falta de confianza en nosotros mismos, la falta de un sentido de responsabilidad por nosotros mismos, puede que sea el origen fundamental de toda esta confusión. Nos hemos vuelto irresponsables porque dependemos. ¿Es posible ser una luz para sí mismo y no depender de ninguna persona? Uno tiene que depender del lechero, del cartero, del policía que cuida el orden en los cruces de las calles. Uno depende del médico, del cirujano. Pero en lo interno, en lo psicológico, sí podemos ser una luz para nosotros mismos, no tenemos que depender de nadie para pensar claramente, para observar nuestras propias reacciones y respuestas. ¿Comprenden lo que esto significa, ser luz para uno mismo? No es la confianza en uno mismo, la cual forma parte de la condición egocéntrica, egotista. Pero el ser luz para sí mismo, requiere gran libertad, un cerebro muy claro, no un cerebro condicionado. Y tener un cerebro activo, capaz de afrontar retos, de cuestionar, de dudar, implica tener energía. Pero cuando uno depende de otros pierde la energía.

   … Casi todas nuestras ocupaciones están impuestas por la tradición, la ambición o la codicia. En nuestra ocupación somos despiadados, competitivos, falsos, astutos y sumamente autoprotectores. Si aflojáramos alguna vez, podríamos hundirnos, de modo que debemos marchar con la alta eficiencia de la voraz máquina de los negocios. Es una lucha constante por mantener una posición, por volvernos más agudos e ingeniosos. La ambición jamás puede encontrar una satisfacción duradera; está siempre buscando campos más amplios para afirmar su arrogancia. Pero la relación involucra un proceso por completo diferente. En ella tiene que haber afecto, consideración, adaptación, abnegación, entrega; nada que conquistar, sólo vivir dichosamente. La relación debe contener una ternura humilde, debe estar exenta de dominación, de espíritu posesivo; la futilidad y el temor engendran celos y angustia en la relación. La relación es un proceso de descubrimiento propio en el que hay una comprensión más amplia y profunda. La relación es un ajuste constante en el descubrimiento propio; requiere paciencia, infinita flexibilidad y un corazón sencillo.

   … La opinión y la tradición moldean nuestros pensamientos y sentimientos desde la más tierna edad. Las influencias e impresiones inmediatas producen un efecto poderoso y duradero, que determina todo el curso de nuestra vida consciente e inconsciente. La conformidad comienza en la infancia, mediante la educación y el impacto de la sociedad.”

   J. Krishnamurti 

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