“… El pensar es común a
toda la humanidad. El pensamiento no es mi pensamiento, sólo hay pensamiento
que no es oriental ni Occidental; tanto en Oriente como en Occidente sólo
existe el pensar. Ahora vamos a explicar qué es el pensar, pero la explicación
no es la verdadera percepción de cómo surge el pensamiento en sí. Quien les
habla puede examinar eso, describirlo, pero tal explicación no es la propia
comprensión de ustedes acerca del origen del pensar. La descripción verbal no
es el descubrimiento factual de ustedes, pero gracias a la explicación, a la
comunicación verbal, ustedes mismos pueden descubrirlo. Eso es mucho más
importante que mi explicación.
… ¿Qué es escuchar con
el corazón? Yo quiero decirle algo que siento profundamente. ¿Cómo lo escucha
usted? Quiero que comparta eso conmigo, que lo sienta conmigo, que esté
involucrado en ello conmigo. De lo contrario, ¿cómo puede haber comunicación?
… Hablo de estar
completamente libres del miedo, no de un cese momentáneo. ¿Están dispuestos a
escuchar para descubrirlo? Si lo está, entonces prosigamos; entonces hemos
establecido una comunicación, nuestras mentes están unidas, ¿verdad? Pero si
dicen: «Bueno, primero muéstremelo y luego lo haré», entonces se interrumpirá.
Pero cuando nos comunicamos como ahora, nuestras mentes, nuestros cerebros
funcionan al unísono. ¿Están de acuerdo, señores?
… Por supuesto. Le
estoy escuchando muy atentamente. De modo que lo estamos haciendo juntos;
nuestras mentes, nuestros cerebros están sintonizados. Lo principal es que
estemos escuchando y de ese modo estamos en comunicación. Cuando discutimos y
sostenemos un diálogo nuestras mentes no se comunican porque entonces cada
cual piensa por su cuenta. Aquí ambos queremos descubrir, investigar, explorar
todo este asunto, así que nuestros cerebros se están comunicando entre sí, de
manera que usted y yo no estamos ahí batallando. ¿Entienden?
… La comunicación
verbal tiene una enorme importancia, dado que las palabras nos van a permitir
comunicarnos; ahora bien, si queremos que nuestra comunicación vaya más allá de
lo verbal, debemos establecer entre ustedes y quien les habla una cualidad de
la mente en la que las palabras no sean necesarias. Para poder llegar a eso
debemos primero hacer uso de la razón, de la lógica, debemos pensar con
claridad, con objetividad, con cordura, y luego examinar; pues si se aferran a
su condicionamiento cultural particular, obviamente no serán capaces de
examinar nada. El examen requiere libertad; y si uno se adhiere a una
determinada convicción, a una tradición, a un ideal concreto, no podrá
examinar, no podrá razonar con claridad. Y es fundamental que uno razone, que
sea capaz de examinar objetivamente porque sólo entonces se puede ir más allá
de la razón.
… Esa comunicación a la
que se refiere, esa comunión, sólo puede tener lugar cuando usted y yo nos
encontramos en el mismo nivel, al mismo tiempo y con la misma intensidad,
¿comprende? Cuando desde el mismo nivel se comparte en el mismo instante
idéntica intensidad no se necesitan palabras.
… Estoy empleando
palabras que son muy sencillas, no una jerga especial o términos que tengan un
significado sutil u oculto, sino palabras tal como aparecen en el diccionario.
Para comunicarnos hemos de utilizar un lenguaje claro y sencillo, y en esa
comunicación debemos buscar no solamente el significado de las palabras, sino
también el que se encuentra tras ellas. Solamente entonces habrá comunicación
entre quien les habla y ustedes. Pero si ustedes se dejan atrapar simplemente
por las palabras y por su significado semántico, entonces se perderán lo que
hay tras ellas. El comunicarse requiere mucha dedicación por ambas partes,
mucha atención y seriedad.
Cuando uno ve lo que
está sucediendo, cuando observa a los políticos, a los religiosos, a las
distintas sectas y confesiones, uno se da cuenta de que lo único que les
preocupa es el funcionamiento del pensamiento. El pensamiento ha creado este
mundo, el mundo de la política, de la economía, de los negocios, de la
moralidad social y de toda la estructura religiosa, ya sea en la India, aquí o
en cualquier parte, todo está basado en el pensamiento, ya sea pensamiento judío,
musulmán, cristiano o hindú; todo es esencialmente el funcionamiento del
pensamiento como materia.
… ¿Estoy poniendo esto
en claro? Ustedes saben, la comunicación es muy ardua, pero mucho más
importante que la comunicación es la comunión, que estemos juntos en comunión
con respecto a este problema. O sea, que ustedes y yo, al mismo tiempo, en el
mismo nivel, intentemos observar, aprender, descubrir. Solo entonces hay
comunión entre dos personas, la que va mucho más allá de la comunicación.
Nosotros tratamos de hacer ambas cosas, no solo estamos estableciendo una
comunicación, sino que al mismo tiempo intentamos una comunión con respecto a
todo este problema. Esto no es propaganda, uno no trata de dominarlos, de
persuadirlos, de influir en ustedes, sino que les pide simplemente que
observen.
… Para tener una
conversación con otro, una comunicación seria, amistosa de uno con otro,
tenemos que aprender a escuchar. Apenas si escuchamos alguna vez a otro.
Cargamos con nuestros propios pensamientos, con nuestros propios problemas, con
nuestras propias ideas y conclusiones particulares, y así es muy difícil
escuchar a otro. Estamos sugiriendo que ustedes escuchen. Hay un arte de
escuchar.
… Las palabras son sólo
un instrumento de comunicación, pero la palabra no es la cosa. La palabra, el
símbolo, no es lo real, y cuando uno está atrapado en las palabras se vuelve
muy difícil desenredarse de los símbolos, de las palabras y las ideas que
impiden la percepción real.”
J. Krishnamurti