“… Lo que ahora me
pregunto es cómo estar libre del miedo a lo conocido, que es el miedo de perder
a mi familia, mi reputación, mi carácter, mi cuenta bancaria, mis apetitos,
etc. Usted puede decir que el miedo surge de la conciencia, pero su conciencia
está formada por su condicionamiento, de modo que la conciencia sigue siendo el
resultado de lo conocido. ¿Qué es lo que conozco? El conocimiento implica tener
ideas, tener opiniones acerca de las cosas, tener un sentido de continuidad en
cuanto a lo conocido, y nada más.
… Para una mente
agobiada por el miedo, por la conformidad, por el pensador, no puede haber
comprensión de eso que puede llamarse lo original. Y la mente necesita saber
qué es lo original. Hemos dicho que es Dios, pero esa es también una palabra
que los seres humanos han inventado en su temor, en su infelicidad, en su deseo
de escapar de la vida. Cuando la mente humana está libre de todo temor,
entonces, en su exigencia de conocer lo original, no busca su propio placer, ni
medios de escapar; por lo tanto, en esa investigación cesa toda autoridad.
¿Comprenden? La autoridad del que habla, la autoridad de la iglesia, de la
opinión, del conocimiento, de la experiencia, de lo que dice la gente ..., todo
eso llega por completo a su fin, y no existe la obediencia. Solo una mente así
puede descubrir por sí misma qué es lo original; descubrirlo, no como una mente
individual, sino como un ser humano total. No existe en absoluto la mente
"individual"; estamos todos completamente relacionados. Por favor,
comprendan esto. La mente no es algo separado, es una mente total; todos nos
estamos amoldando, todos sentimos miedo, todos escapamos.
… Para comprender, no como individuo, sino
como ser humano total, qué es lo original, uno debe comprender la totalidad de
la desdicha humana, todos los conceptos, todas las fórmulas que el hombre ha
inventado en el curso de los siglos. Solo cuando nos liberamos de todo esto,
podemos descubrir si existe algo que sea original. De lo contrario, somos seres
de segunda mano y, como somos seres de segunda mano, seres humanos
falsificados, el dolor no termina jamás. Por lo tanto, la terminación del dolor
es, en esencia, el principio de lo original. Pero la comprensión que da origen
a la terminación del dolor, no es tan solo la comprensión de mi dolor
particular o del dolor particular de ustedes, porque el dolor de cada uno de
ustedes y mi dolor están relacionados con todo el dolor de la humanidad. Esto
no es mero sentimentalismo o emocionalismo, es un hecho crudo, real. Cuando
comprendemos toda la estructura del dolor y, de tal modo ponemos fin al dolor,
existe entonces una posibilidad de dar con ese "algo" extraño que es
el origen de toda la vida; dar con ello no en un tubo de ensayo, como intenta
descubrirlo el científico, sino que surge a la existencia esa extraña energía
que no tiene movimiento en dirección alguna y que, por eso, se halla en estado
permanente de explosión.
… Ahora estamos tratando de descubrir qué es
el miedo, de aprender al respecto. ¿Está la mente libre para aprender acerca
del miedo? Aprender observando el movimiento del miedo. Uno puede observar el
movimiento del miedo solo cuando no está recordando los temores pasados y
observa con esos temores. ¿Ve usted la diferencia? Puedo observar el
movimiento. ¿Está usted aprendiendo acerca de lo que realmente ocurre cuando
hay miedo? El miedo bulle en nosotros todo el tiempo. No parecemos capaces de
liberarnos de él. Cuando usted tuvo temores en el pasado y estuvo consciente de
ellos, ¿qué efecto tuvieron esos temores sobre usted y sobre el medio que lo
rodea? ¿Qué ocurrió? ¿No se sintió separado de los demás? ¿Acaso los efectos de
aquellos temores no lo aislaron?
… Por tiempo no
entiendo el tiempo cronológico del reloj, segundo, minuto, hora, día, año, sino
el tiempo como factor interno, psicológico. Ese hecho es el que da origen al
miedo. El tiempo es miedo; como el tiempo es pensamiento, este debe engendrar
miedo; el tiempo crea frustración, conflictos, porque la percepción inmediata
del hecho, la acción de ver el hecho, es intemporal.
Para comprender pues,
el miedo, uno debe estar atento al tiempo, el tiempo como distancia, espacio,
«yo», tiempo que el pensamiento crea como ayer, hoy y mañana, usando la memoria
de ayer para ajustarse al presente y así condicionar el futuro. Para la mayoría
de nosotros, el miedo es una realidad extraordinaria; y una mente enredada en
el miedo, en la complejidad del miedo, jamás puede ser libre, jamás puede
comprender la totalidad del miedo sin comprender las intrincaciones del tiempo.
El miedo y el tiempo marchan juntos.
… De manera que nos
aferramos a lo viejo y esto, inevitablemente, engendrará miedo porque la vida
está cambiando, constantemente hay revueltas, disturbios sociales, hay guerras.
En consecuencia, hay miedo. Ahora bien, ¿cómo he de aprender acerca del miedo?
Nos hemos alejado del movimiento anterior, ahora queremos aprender qué es el
miedo. ¿Qué es ese movimiento? ¿Se da cuenta usted de que tiene miedo? ¿Es
consciente de sus temores?
… Escapar del miedo, eludirlo, tomar una
novela y leer sobre lo que hacen otras personas, mirar televisión, ir al templo
o a la iglesia ..., todo eso sigue siendo una evitación del miedo, y cualquier
evitación del miedo solo lo incrementa y fortalece. Eso es un hecho. Después de
haber establecido ese hecho, no escaparé, no reprimiré. Estoy aprendiendo a no
escapar. Por consiguiente, ¿qué ocurre cuando hay una clara percepción respecto
del miedo?
… Ante todo, es completamente inútil escapar
del miedo. Podrá escapar mediante la adoración, la plegaria, mediante toda
forma de entretenimiento, el así llamado religioso y otras formas; pero cuando
se terminan todos los entretenimientos, todas las plegarias, etc., usted estará
exactamente donde estaba. El miedo seguirá ahí. Básicamente, no lo habrá
resuelto. De nada sirve pues, escapar del miedo. Ese es el primer hecho.
… El temor solo surge
cuando escapáis de la cosa que es, cuando la estáis eludiendo, rechazando.
Cuando os enfrentáis de hecho con la cosa, cuando le hacéis frente, ¿hay
entonces temor? El escapar, alejarse del hecho, produce temor. El temor es el
proceso del pensamiento, y el pensamiento es del tiempo; y sin comprender todo
el proceso del pensamiento y del tiempo no comprenderéis el temor. Mirar el
hecho sin eludirlo es la terminación del miedo.”
J. Krishnamurti