El fin de semana del 4 al 6 de Abril asistimos al IV Encuentro de Amigos de Krishnamurti en Bilbao (las Arenas), diez personas, cuatro de las cuales no habían participado nunca en un Encuentro y acudían por primera vez. Para referirme a ellas a lo largo de este comentario lo haré con una afectuosa metáfora, llamándoles tres rosas y un clavel.
Como tenemos por costumbre en los Encuentros en Bilbao, en la reunión de Bienvenida del viernes por la noche (después de cenar) lo iniciamos con la lectura de un resumen del "Discurso de disolución de la Orden de la Estrella" que diera J.K. en Ommen el 3 de Agosto de 1929, por su mención especial en su propósito a hacer que el hombre sea incondicionalmente libre, y así poder conocerse a sí mismo. Este conocimiento de nosotros mismos nos lleva inevitablemente a cuestionar todo el contenido de nuestra conciencia: creencias, religiosas y no religiosas, imágenes, proyecciones, miedos, etc....
Iniciado el diálogo, dichos condicionamientos emergieron al ir a mirarlos, impidiendo penetrar más allá de lo puramente verbal. Entonces comentábamos que esto era el movimiento de identificación en el corredor interminable de los opuestos (división), el enfoque tradicional que es identificarme con algo que considero "bueno" rechazando su opuesto, la dualidad eterna del deseo. En este ir más allá de los mismos problemas, o de resolverlos, o vencerlos, no pudiendo así comprenderlos, veíamos que esto constituye la estructura de la mente de todo el mundo.
El sábado, en el encuentro de la mañana leímos tres apartados del libro "La mente en meditación" , mal traducida del inglés The meditative Mind (La mente meditativa):
"El meditador es la meditación".....
"En la meditación no hay meditador, si lo hay no es meditación....."
"Meditar es vaciar la conciencia de su contenido"
Después de leer estos tres apartados veíamos lo mal tratada y mal usada que viene estando la palabra "meditación" al igual que la palabra "amor". Aclarábamos pues, que la palabra meditación no se refiere a la meditación en si misma, sino al meditador. Que noconsistia en cómo meditar, sino que comprender al meditador es meditación.
En palabras de J.K. recogidas de la segunda charla en Europa en 1968, transcribo lo siguiente a cerca de la meditación:
"La meditación es el cese del pensamiento, del meditador, de la reacción ...etc, pero sin aniquilamiento, sin el deseo de aniquilar al pensamiento, al meditador, a la reacción...(siendo estos lo mismo), sino comprendiéndolo.
Lo importante en la meditación es la cualidad del corazón y de la mente. No es importante lo que uno consigue, lo que dice que alcanza, sino más bien la cualidad de una mente inocente y vulnerable.
A través de la negación surge el estado positivo. Limitarse a acumular o vivir experiencias niega la pureza de la meditación. La meditación no es un medio; es ambos el medio y el fin.
La mente nunca se puede volver inocente a través de la experiencia. Es la negación de la experiencia lo que trae este estado positivo de inocencia que el pensamiento no puede cultivar. El pensamiento nunca es inocente. La meditación es el cese del pensamiento, no por el meditador, porque el meditador es la meditación."
Por la tarde, leíamos el capítulo del "Conflicto" del libro "Urge un cambio psicológico", para comentar y seguir incidiendo en qué consiste el enfoque tradicional que la humanidad ha venido usando y usa para tratar los problemas yendo más allá de ellos. Miramos de nuevo el movimiento de identificación, llamado acción positiva impidiendo la mirada en totalidad de los problemas en la vida. Como la negación es en realidad la acción positiva, al percibir con un corazón y una mente que está completamente libre del pasado. La pregunta que en el texto nos sugería Krishnamurti : ¿Puede la mente comprender esto de forma no verbal y liberarse de ese enfoque tradicional, de ese movimiento de identificación?, y entonces ¿cual sería el estado real de la mente ahora?, porque según acabábamos de leer en palabras de Krishnamurti, nos advertía que lo realmente importante es el estado de la mente y no el conflicto en si.
También comentábamos (aunque solo fuera de forma verbal) que "la justificación, la condenación, o interpretación del problema en términos de placer y dolor, están todos envueltos en el acostumbrado enfoque tradicional. Esto se conoce como acción positiva en relación con el problema. pero cuando la mente descarta todo eso como ineficiente, como no inteligente, se ha vuelto entonces altamente sensitiva, ordenada y libre. "
Una de las rosas que asistía al Encuentro, nos comunicaba que leyendo en la siesta un texto
de Krishnamurti sobre la negación, le estaba comunicando algo verdadero que convulsionaba, resonaba en ella lo siguiente: "que a través de la negación, es decir de ver y "morir" a lo que no es, era comprender, comprenderse. Entonces, en ese ir viendo lo que no es (no verbalmente), se daría "lo que es". Que lo de menos era entrar verbalmente en ese momento a querer saber o definir "lo que es", o sea la acción positiva."
Así llegando a ese estado de negación, que significa "morir" a lo que no es, es comprendernos a nosotros mismos, (como se ha dicho antes, lo que se llama la acción positiva), la puerta abierta necesaria para acceder a la comprensión del Observador (que no está relacionado con el mundo de las cosas). Veíamos que para tener acceso a esa comprensión se debía dar un espacio interior, una capacidad de "entregarnos", sin nada que lo impida, a cuestionar cualquier contenido de la conciencia (no verbalmente, de ahí el "morir" a ello comprendiéndolo). Entonces el Observador (esa entidad que está siempre ahí en nosotros), al estar tan lleno de si mismo, no tendrá ninguna necesidad de devenir, de que lo que es, sea otra cosa.
¿Podríamos decir entonces, que el silencio , que en numerosas ocasiones en todos estos encuentros, se demanda en oposición a "tantas palabras", sea el deseo de acallarnos a todos, y no el silencio donde surge la duda, el cuestionamiento, la humildad, y poder pedir que se vaya más despacio, y preguntar "¿que dieres decir"?" "no entiendo"? Este es un silencio que solo podremos encontrarlo en nosotros mismos. Es un silencio tal que no lo pueden quebrar todas las palabras, los ruidos, y las pregunta trampa de todo este mundo juntos. ¿No fué esto lo que le ocurrió a esta rosa, que ninguna reacción externa a ella, palabras, ruidos, preguntas con trampa, pudo derribar su estado de escucha interna de algo que le llegaba como verdadero que abrió paso a la comprensión?. Las otras dos rosas también florecieron en el reconocerse a si mismas en sus capacidades y errores. Esto fue lo más destacable en el Encuentro, y lo que verdaderamente me llego fué la actitud de interés sin dirección de las tres rosas, no a qué lugar llegaron, o si consiguieron algo.
El resto de los participantes asistimos, unas veces acompañando estando presente en las situaciones que iban surgiendo , otras lanzándonos en una comunicación marcadamente verbal/intelectual en excesiva velocidad para el ritmo y comprensión de todos, que conviene moderar y tener en cuenta para no convertir los diálogos en meros debates.
Hubo un comentario que se repetía con bastante frecuencia por parte de una participante: "que la comprensión siempre está ahí, mientras que lo que buscamos es el entendimiento".
La verdad no sé qué quiso decir con eso, y me quedé sin preguntárselo, pero he estado reflexionando estos días sobre ello, y lo que observo es que la comprensión no es mi comprensión, ni la de nadie. Se da o no se da, te asiste o no te asiste. No olvidemos que nos estamos refiriendo a la comprensión del Observador, o sea a comprender al que comprende, no a la comprensión que usa el intelecto que siempre está relacionado con algo, que siempre es en relación a algo, y exista la posibilidad en este, de permitir sin intervenir, a que la comprensión pueda darse para si mismo. Ahora, buscar el entendimiento si estoy en la comprensión es un sin sentido. Quizás quiso referirse a que queremos comprender con el intelecto, lo cual solo es posible si no interviene.
En la reunión de la noche del sábado asistimos solamente cinco personas, debido al cansancio e intensidad de las reuniones anteriores. Entonces vimos la ocasión de leer el Cap. 12 del Libro "La mente meditativa" : "La Base": Escuchar en la oscuridad interna"...., en la que se recoge una conversación entre Krishnamurti y David Bohm, donde Krishnamurti plantea que uno puede escuchar en la oscuridad, que uno puede saber que está en la oscuridad y que vive, por tanto, en división. Pero escucha a X decir que no existe la división en realidad. Al escuchar tal afirmación, le convulsiona de tal manera que percibe dicha afirmación como verdadera y esto rompe el patrón establecido, siendo dicho patrón la forma tradicional de abordar los problemas en la vida. La acción de lo que X afirma como verdadero disipa la oscuridad en uno.
Como tenemos por costumbre en los Encuentros en Bilbao, en la reunión de Bienvenida del viernes por la noche (después de cenar) lo iniciamos con la lectura de un resumen del "Discurso de disolución de la Orden de la Estrella" que diera J.K. en Ommen el 3 de Agosto de 1929, por su mención especial en su propósito a hacer que el hombre sea incondicionalmente libre, y así poder conocerse a sí mismo. Este conocimiento de nosotros mismos nos lleva inevitablemente a cuestionar todo el contenido de nuestra conciencia: creencias, religiosas y no religiosas, imágenes, proyecciones, miedos, etc....
Iniciado el diálogo, dichos condicionamientos emergieron al ir a mirarlos, impidiendo penetrar más allá de lo puramente verbal. Entonces comentábamos que esto era el movimiento de identificación en el corredor interminable de los opuestos (división), el enfoque tradicional que es identificarme con algo que considero "bueno" rechazando su opuesto, la dualidad eterna del deseo. En este ir más allá de los mismos problemas, o de resolverlos, o vencerlos, no pudiendo así comprenderlos, veíamos que esto constituye la estructura de la mente de todo el mundo.
El sábado, en el encuentro de la mañana leímos tres apartados del libro "La mente en meditación" , mal traducida del inglés The meditative Mind (La mente meditativa):
"El meditador es la meditación".....
"En la meditación no hay meditador, si lo hay no es meditación....."
"Meditar es vaciar la conciencia de su contenido"
En palabras de J.K. recogidas de la segunda charla en Europa en 1968, transcribo lo siguiente a cerca de la meditación:
"La meditación es el cese del pensamiento, del meditador, de la reacción ...etc, pero sin aniquilamiento, sin el deseo de aniquilar al pensamiento, al meditador, a la reacción...(siendo estos lo mismo), sino comprendiéndolo.
Lo importante en la meditación es la cualidad del corazón y de la mente. No es importante lo que uno consigue, lo que dice que alcanza, sino más bien la cualidad de una mente inocente y vulnerable.
A través de la negación surge el estado positivo. Limitarse a acumular o vivir experiencias niega la pureza de la meditación. La meditación no es un medio; es ambos el medio y el fin.
La mente nunca se puede volver inocente a través de la experiencia. Es la negación de la experiencia lo que trae este estado positivo de inocencia que el pensamiento no puede cultivar. El pensamiento nunca es inocente. La meditación es el cese del pensamiento, no por el meditador, porque el meditador es la meditación."
También comentábamos (aunque solo fuera de forma verbal) que "la justificación, la condenación, o interpretación del problema en términos de placer y dolor, están todos envueltos en el acostumbrado enfoque tradicional. Esto se conoce como acción positiva en relación con el problema. pero cuando la mente descarta todo eso como ineficiente, como no inteligente, se ha vuelto entonces altamente sensitiva, ordenada y libre. "
Una de las rosas que asistía al Encuentro, nos comunicaba que leyendo en la siesta un texto
de Krishnamurti sobre la negación, le estaba comunicando algo verdadero que convulsionaba, resonaba en ella lo siguiente: "que a través de la negación, es decir de ver y "morir" a lo que no es, era comprender, comprenderse. Entonces, en ese ir viendo lo que no es (no verbalmente), se daría "lo que es". Que lo de menos era entrar verbalmente en ese momento a querer saber o definir "lo que es", o sea la acción positiva."
Así llegando a ese estado de negación, que significa "morir" a lo que no es, es comprendernos a nosotros mismos, (como se ha dicho antes, lo que se llama la acción positiva), la puerta abierta necesaria para acceder a la comprensión del Observador (que no está relacionado con el mundo de las cosas). Veíamos que para tener acceso a esa comprensión se debía dar un espacio interior, una capacidad de "entregarnos", sin nada que lo impida, a cuestionar cualquier contenido de la conciencia (no verbalmente, de ahí el "morir" a ello comprendiéndolo). Entonces el Observador (esa entidad que está siempre ahí en nosotros), al estar tan lleno de si mismo, no tendrá ninguna necesidad de devenir, de que lo que es, sea otra cosa.
¿Podríamos decir entonces, que el silencio , que en numerosas ocasiones en todos estos encuentros, se demanda en oposición a "tantas palabras", sea el deseo de acallarnos a todos, y no el silencio donde surge la duda, el cuestionamiento, la humildad, y poder pedir que se vaya más despacio, y preguntar "¿que dieres decir"?" "no entiendo"? Este es un silencio que solo podremos encontrarlo en nosotros mismos. Es un silencio tal que no lo pueden quebrar todas las palabras, los ruidos, y las pregunta trampa de todo este mundo juntos. ¿No fué esto lo que le ocurrió a esta rosa, que ninguna reacción externa a ella, palabras, ruidos, preguntas con trampa, pudo derribar su estado de escucha interna de algo que le llegaba como verdadero que abrió paso a la comprensión?. Las otras dos rosas también florecieron en el reconocerse a si mismas en sus capacidades y errores. Esto fue lo más destacable en el Encuentro, y lo que verdaderamente me llego fué la actitud de interés sin dirección de las tres rosas, no a qué lugar llegaron, o si consiguieron algo.
El resto de los participantes asistimos, unas veces acompañando estando presente en las situaciones que iban surgiendo , otras lanzándonos en una comunicación marcadamente verbal/intelectual en excesiva velocidad para el ritmo y comprensión de todos, que conviene moderar y tener en cuenta para no convertir los diálogos en meros debates.
Hubo un comentario que se repetía con bastante frecuencia por parte de una participante: "que la comprensión siempre está ahí, mientras que lo que buscamos es el entendimiento".
En la reunión de la noche del sábado asistimos solamente cinco personas, debido al cansancio e intensidad de las reuniones anteriores. Entonces vimos la ocasión de leer el Cap. 12 del Libro "La mente meditativa" : "La Base": Escuchar en la oscuridad interna"...., en la que se recoge una conversación entre Krishnamurti y David Bohm, donde Krishnamurti plantea que uno puede escuchar en la oscuridad, que uno puede saber que está en la oscuridad y que vive, por tanto, en división. Pero escucha a X decir que no existe la división en realidad. Al escuchar tal afirmación, le convulsiona de tal manera que percibe dicha afirmación como verdadera y esto rompe el patrón establecido, siendo dicho patrón la forma tradicional de abordar los problemas en la vida. La acción de lo que X afirma como verdadero disipa la oscuridad en uno.
Dice Krishnamurti: "Hay una voz que predica en el desierto y escuchar esa voz tiene un efecto extraordinario en uno". "Cuando hay percepción interna no hay división". "Existen varios tipos de movimientos divisorios como hemos visto, pero existe un movimiento que no tiene división alguna". "Cuando no hay división ese movimiento está ahí".
No fue nunca frecuente escuchar a Krishnamurti reflexionando sobre este "escuchar en la oscuridad interna".... en público, por lo delicado en la comprensión de ello, que equivale a lo que ocurrió en la reunión de la noche, pero si lo hizo alguna vez privadamente conversando con D. Bohm, penetrando así en el "campo" donde algunos místicos han podido acceder.
Lo que se dijo en la reunión por parte de unos participantes, es lo que Krishnamurti temía, al no hacer público dicha exposición, que se interpretara como algo a lo que engancharse. Pero no, no cayó en la trampa del enfoque tradicional, (como también se dijo), al abrirse más en tal exposición, porque como él dice, y se vió, es imprescindible que se rompa el patrón establecido, elenfoque tradicional, para percibir tal afirmación como verdadera. Los místicos también protegieron esto sabiendo, en tiempos pretéritos, lo que hubieran hecho las religiones organizadas con todo ello. Las religiones organizadas sí vendían "algo" en que creer a fuerza de fé, creencias, sin las cuales no sólo no te "salvabas" en la otra vida, sino que podían quitarte esta matándote. Por lo tanto, Krishnamurti no intenta ni por lo más remoto "vender" en esta exposición que hace, "algo" en que creer, al igual que otras religiones, puesto que no es a través de la creencia, ni nada por el estilo ( a lo que es necesario engancharse por mucha gente), sino a través de la percepción interna ( aspecto muy distinto por completo), que esa exposición que hace Krishnamurti se vea o no se vea. Esa exposición no es un argumento, aunque a algunas mentes pueda parecerselo. No lo es. Para poder percibir toda la exposición entera es precisamente indispensable que se rompa el enfoque tradicional de manera no verbal, a través de la percepción interna. Esto esta fuera del tiempo, no depende a voluntad nuestra.
Para aquellos interesados en investigarlo, léanse en el libro "La mente en meditación" mal traducida del inglés "The meditative mind" o sea, "La mente meditativa", Editorial Kairós, Ed. Diciembre 2009, el capítulo 12 titulado "La base": "Escuchar en la oscuridad interna...." texto extraído del libro "Más allá del tiempo".
Para finalizar, el domingo por la mañana, en la última reunión del Encuentro, leímos unas reflexiones de unos trabajos antiguos de J.Krishnamurti recogidos por Pupul Jayakar hacía los años 30, titulado " A cerca de la crítica", donde Krishnamurti apuntaba a la insignificancia de algunas críticas superficiales que se vertían sobre él, y que tales críticas disipaban la energía.
Veíamos la trascendencia de sus observaciones al decir en palabras suyas:
"Lo que Vds. deben estar criticando todo el tiempo - a través de sus observaciones es si verdaderamente estoy viviendo esa realidad que digo haber alcanzado- si estoy mostrando esa percepción de mi mismo que digo haberme dado cuenta. Para hacer esto correctamente usted debe comprender de qué estoy hablando. No estoy diciendo esto de una manera despectiva. Para comprender cualquier cosa, uno debe descubrir de qué se trata todo esto. Antes de tratar con esa realidad, quiero que esto quede claro, por lo menos en sus mentes. La crítica solo tiene valor en tanto que entrena su observación, así que puede eventualmente volverse sobre usted mismo. Ese es el propósito de la crítica. Solía criticar a todos y a todo, pero luego torné esa crítica sobre mi mismo para ver si aquello que critiqué fuera de mi mismo, permanecía en mi propio corazón y mente. En el momento que torné esa luz de crítica sobre mi mismo comencé a crecer, a destruir lo no esencial."
Un abrazo con todo afecto,
Miren