“En
primer lugar, debemos darnos cuenta de que somos superficiales, ¿no es así?
¿Qué significa el ser superficial? Significa esencialmente depender de algo o
alguien, ¿verdad? Depender del estímulo, depender del reto, depender de otro,
depender psicológicamente de ciertos valores, de ciertas experiencias, de
ciertos recuerdos. ¿No contribuye todo eso a la superficialidad?
… Observad una vez más que sólo hay verdadera revolución si enfocamos este
problema como es debido. El enfoque verdadero del problema brinda una confianza
extraordinaria que, os lo aseguro, mueve las montañas, las montañas de los
propios prejuicios y condicionamientos. Dándoos cuenta, pues, de que vuestra
mente es superficial, no intentéis volveros profundos. Una mente superficial
jamás podrá conocer grandes honduras. Puede tener abundancia de conocimientos,
de información, puede repetir palabras; ya conocéis todas las galas de una
mente superficial que es activa. Mas si sabéis que sois superficiales, poco
profundos, si os dais cuenta de la superficialidad y observáis todas sus
actividades sin juzgar, sin condenar, pronto veréis que esa cosa superficial
desaparece por completo sin que actuéis sobre ella. Pero eso requiere
paciencia, vigilancia, no el ansioso deseo de un resultado, de un logro. Sólo
una mente superficial desea un logro, un resultado.
Cuanto más percibáis todo este proceso, tanto más descubriréis
las actividades de la mente; pero debéis observarlas sin tratar de darles
término, porque no bien perseguís un fin, os veis de nuevo atrapados en la
dualidad del "yo" y del "no yo"; con lo cual continúa el
problema.
… Siempre pensamos desde un centro hacia la periferia; mas la
periferia es el centro para la mayoría de nosotros, de suerte que todo lo que
tocamos es superficial. Pero la vida no es superficial, exige ser vivida
completamente, y como sólo vivimos superficialmente, conocemos tan sólo la
reacción superficial. Cualquier cosa que hagamos en la periferia tiene
inevitablemente que crear un problema, y eso es nuestra vida; vivimos en lo
superficial, y ahí estamos contentos de vivir con todos los problemas de lo
superficial. Así, pues, los problemas existen mientras vivimos en lo
superficial, en la periferia, siendo la periferia el "yo", y sus
sensaciones, las cuales pueden ser exteriorizadas o hechas subjetivas, que
pueden ser identificadas con el universo, con la patria o con alguna otra cosa
compuesta por la mente."
J. Krishnamurti