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SI HAN ACUMULADO MUCHOS CONOCIMIENTOS DE LOS LIBROS Y SU MENTE ESTÁ LLENA, TODO ESO LES IMPIDE MIRAR

   “… La mente sólo puede aprender cuando renuncia; es decir, cuando se despoja constantemente de lo que está aprendiendo. Si el aprender es meramente acumulativo, entonces no existe el aprender. Os ruego veáis este hecho. Mientras la mente esté acumulando, acopiando, ¿cómo podrá aprender si lo que aprende siempre será interpretado de acuerdo con lo que ya ha acumulado? Donde hay acumulación nunca puede haber el movimiento del aprender, porque es únicamente cuando la mente está libre para explorar, que puede aprender. Si la mente ve en realidad este hecho, no por la argumentación, verbal o intelectualmente, como se dice, sino honda y verdaderamente, entonces una mente así es capaz de encontrar aquello que puede llamarse bienaventuranza, verdad, Dios o como queráis. Me parece pues, muy importante que comprendáis desde el principio mismo de estas pláticas que no os estoy enseñando nada, pues de lo contrario estaremos moviéndonos en opuestas direcciones. No sé literalmente nada, excepto cosas tales como conducir un coche, escribir cartas, etc. Hallándose pues, en un estado de no saber, la mente es capaz de investigación completa. Una mente que sabe no puede investigar, y sólo una mente que está libre de lo conocido puede hallar lo desconocido.

   … Debemos aprender a ver las cosas como realmente son, no como estamos programados a verlas. Observen la diferencia. ¿Podemos liberarnos de nuestra programación y mirar? Si miramos como cristianos, demócratas, comunistas, socialistas, católicos o protestantes, todos son prejuicios, en ese caso no es posible comprender el enorme peligro, la crisis que estamos afrontando. Si pertenecen a algún grupo, si siguen a algún gurú o están comprometidos con alguna clase de acción, entonces, como están programados, serán incapaces de mirar las cosas tal como realmente son. Tan solo si no pertenecen a ninguna organización, a ningún grupo, a ninguna religión ni nacionalidad en particular, pueden verdaderamente observar.

   Si han acumulado muchos conocimientos de los libros y de experiencias su mente está llena, su cerebro está sobrecargado con las experiencias, con sus tendencias particulares, etc., y todo eso les impide mirar. ¿Podemos liberarnos de todo eso para mirar lo que de verdad está sucediendo en el mundo? El terror y las terribles divisiones sectarias de las religiones, un gurú oponiéndose a otro gurú absurdo, y detrás de todo esto está la vanidad, el poder, la posición, la opulencia de estos gurús, es espantoso.

   ¿Puede uno mirarse a sí mismo, no como un ser humano separado, sino como un ser humano que es, de hecho, el resto de la humanidad? Si tiene ese sentimiento significa que siente un tremendo amor por los seres humanos. 

   … Ideologías que son invenciones del pensamiento, condicionadas por la cultura en la que se han desarrollado. Ahora bien, ¿puede uno observar esto en su vida diaria? En esa observación descubrirá cuál es su comportamiento, tanto si está basado en el principio de la recompensa y el castigo, como sucede con la mayoría de nuestros comportamientos, por muy refinados que parezcan. A partir de esa observación uno empieza a aprender lo que es la verdadera inteligencia, no la inteligencia conseguida a través de los libros o de la experiencia, porque esa no es inteligencia de ninguna manera. La inteligencia nada tiene que ver con el pensamiento. La inteligencia actúa cuando la mente ve la totalidad, una totalidad sin límites, no mi país, mis problemas, mis ídolos, mis meditaciones, o el afirmar que esto está bien y aquello está mal. La inteligencia ve todas las implicaciones de la vida y esa cualidad posee su propia e inmensa energía.

   … La verdad del "no saber" es el único factor a partir del cual uno puede moverse. Esa verdad es lo estable. Una mente que no sabe se encuentra en un estado de aprender. Tan pronto digo que he aprendido, he dejado de aprender, y ese dejar de aprender es la estabilidad de la división. De modo que no sé. La verdad es que yo no sé. Eso es todo. Y eso le da a uno la cualidad del aprender. La estabilidad se encuentra en el "estoy aprendiendo", no en el "he aprendido". Vea lo que eso le hace a la mente, la libera por completo de sus cargas, y eso es libertad, la libertad del no saber. Vea la belleza de ello, no saber y, en consecuencia, libertad.

   … Usted ve, siente que el enseñar y el aprender son ambos lo mismo. ¿Qué es lo que aquí tiene lugar? Yo no le estoy enseñando, no soy su maestro o autoridad. Simplemente exploro y le comunico mi exploración. Usted puede tomarlo o dejarlo. La posición es la misma con respecto a los estudiantes.

   … Aun cuando quien les habla pueda explorar para ustedes, son ustedes los que deben aprender, y esto significa que están explorando con él. Por consiguiente, el aprender es siempre aprender juntos; o sea, es un proceso de relación. Les ruego que comprendan la belleza de esto. Ustedes no pueden aprender solos. El aprender está en el hacer, en el actuar, y el actuar existe en la relación, no en el aislarse para examinar, analizar y así aprender. El aprender es un acto de relación y la relación es vida. Y la vida es este extraordinario movimiento de la existencia cotidiana. Encontrar una manera de vivir, en la que no haya conflicto alguno, es el más grande de los descubrimientos y la más admirable manera de vivir.

   … Para aprender acerca de nosotros mismos, para conocernos, debemos observarnos con un sentido de frescura, de libertad. Uno no puede aprender acerca de sí mismo si meramente aplica a ello conocimientos; o sea, si se mira en términos de lo que ha aprendido de algún instructor, de algún libro o de su propia experiencia.”

     J. Krishnamurti