“… Lo que produce la continuidad es, sin duda alguna, el pensamiento. Si
uno piensa constantemente en algo, hay continuidad. Si uno mira el retrato de
su esposa todos los días, le da continuidad. ¿Pero es posible vivir en este
mundo sin dar continuidad a cada acción, de modo que uno afronte cada una de ellas
con frescura? Es decir, ¿puede uno morir para cada acción a lo largo del día,
de modo que la mente nunca acumule y, por tanto, no sea contaminada por el
pasado, sino que siempre sea nueva, fresca e inocente? Yo digo que eso es
posible, que uno puede vivir de esa manera, pero eso no significa que sea una
realidad para ustedes. Tienen que descubrirlo ustedes mismos.
J. Krishnamurti
… Y se presenta la muerte y dice: «Ha llegado el fin de su apego».
Tememos ser completamente libres de todo esto. La muerte pone fin a todo lo que
hemos conseguido. Podemos inventar y decir: «Seguiré en la próxima vida». Pero,
¿qué seguirá? ¿Entienden mi pregunta? ¿Qué es ese deseo de continuidad? ¿Existe
realmente la continuidad, si exceptuamos la cuenta bancaria, ir a la oficina
cada día, la rutina de adorar y la continuidad de nuestras creencias? El
pensamiento ha creado todo ello. El «yo», el ego, el mí y la persona son un
conjunto de recuerdos antiguos y modernos. Pueden verlo ustedes mismos. No
necesitan estudiar libros ni filosofías que hablen de todo ello. Pueden ver por
sí mismos con toda claridad que son un puñado de recuerdos. Y la muerte pone
fin a todos ellos, y por eso tenemos miedo.
… ¿Qué hará que ese ser humano que ha vivido millones de años dando
continuidad al mismo viejo patrón, heredando los mismos instintos de
supervivencia, miedo, seguridad, el mismo sentido de preocupación por sí mismo
y el terrible aislamiento que eso genera, ... qué le hará cambiar? ¿Un nuevo
dios, un nuevo pasatiempo, un nuevo fútbol religioso, una nueva clase de circo
con toda su parafernalia? ¿Qué nos hará cambiar?
… La
verdad no es continua, no tiene lugar de residencia, sólo puede ser vista de
instante en instante. La verdad siempre es nueva y, por lo tanto, atemporal. Lo
que ayer era verdad, hoy no lo es; lo que hoy es verdad, no lo será mañana. La
verdad no tiene continuidad. Es la mente que quiere tornar continua la
experiencia que llama verdad, y una mente así no conocerá la verdad. La verdad
siempre es nueva; ella consiste en ver la misma sonrisa y en verla de un modo
nuevo, en ver la misma persona y en ver a esa persona de un modo nuevo, y en
ver así las ondulantes palmeras, en enfrentarse con la vida de un modo nuevo.”
… La muerte es simplemente la extinción de la continuidad y
el miedo de no poder continuar. Pero bien veis que aquello que continúa no
puede nunca ser creativo; sólo es creativo aquello que puede terminar
voluntariamente. Pensadlo bien. Encontraréis por vosotros mismos lo que es verdadero;
y la verdad es lo que os libera de la muerte, no vuestras meras lecturas ni
vuestra creencia en la reencarnación. Descubrid por vosotros mismos,
comprendiendo el proceso total de la vida; entonces hallaréis que más allá de
eso no hay nada perecedero.”
J. Krishnamurti