“… En el momento en que la mente pide ‘más’, necesariamente crea el tiempo.
… Hagan la prueba
cuando quieran; espero que lo estén haciendo ahora mismo, a medida que escuchan
lo que se está diciendo. El hombre que dice «lo intentaré» está perdido porque
el tiempo no existe, únicamente existe el ahora.
… ¿Qué es el tiempo para usted? ¿Es el
movimiento del pasado a través del presente hacia el futuro, no sólo en el
espacio y el tiempo, sino también internamente desde el ayer al hoy y al
mañana? ¿O es el tiempo eso que está envuelto en el cubrir la distancia física
o psicológica; el tiempo para lograr, para realizar, ¿para llegar? ¿O el tiempo
es un cese, como la muerte? ¿O es el tiempo el recuerdo de un suceso agradable
o desagradable? ¿Tiempo para aprender una técnica, tiempo para olvidar? Todas
estas cosas abarcan el tiempo. El tiempo no es un concepto.
… Si ayer tuve una experiencia que me
produjo placer, esa experiencia deja un recuerdo y, en consecuencia, quiero
volver a sentir ese placer. Por tanto, el ‘más’ es tiempo; en el sentido
psicológico, necesito más tiempo para realizarme, para alcanzar, para conseguir,
para llegar a ser; necesito tiempo para cubrir la distancia entre yo, que no
soy perfecto, y aquello que es perfecto, que está allá a lo lejos, pero ese
‘allá a lo lejos’ es algo de mi mente.
… Toda vida está en el
presente, no en la sombra del ayer ni en el deslumbramiento de la esperanza del
mañana. Para vivir en el presente, tiene uno que librarse del pasado y del
mañana. Nada se encuentra en el mañana, pues mañana es el presente, y el ayer
es sólo un recuerdo. De modo que la distancia entre aquello que ha de
encontrarse y lo que es, se hace aún más vasta por medio de la búsqueda, por
agradable y confortante que la búsqueda sea. El estar buscando constantemente
el propósito de la vida es uno de los extraños escapes del hombre. Si encuentra
lo que busca, ello no tendrá el valor de un guijarro en el camino. Para vivir
en el presente, la mente no debe ser dividida por el recuerdo del ayer o la
deslumbrante esperanza del mañana, no debe tener ni mañana ni ayer. Esta no es
una afirmación poética, sino un hecho real. Ni la poesía ni la imaginación
tienen lugar en el presente activo. No es que neguemos la belleza, pero el amor
es esa belleza del presente que no ha de encontrarse si se busca.
… Uno debe comprender
por sí mismo lo que es el tiempo, y también por qué ha inventado el pensamiento
otro tiempo además del cronológico. ¿Existe realmente un cambio psicológico
progresivo, un devenir interior? Si uno admite que existe un proceso
transformador secuencial, tendrá que aceptar el tiempo como medio para lograr
cualquier cambio, ¿no es así? Y, ¿qué es el cambio, el cambio psicológico,
entonces? No estamos hablando de la evolución biológica. Como decíamos, está en
marcha un tremendo proceso evolutivo, que entraña una cantidad ingente de
conocimientos y que nos ha permitido llegar de la carreta de bueyes al avión de
reacción; y para acumular esos conocimientos se ha necesitado tiempo. Pero, en
el ámbito psicológico, ¿existe un proceso, una progresión, una continuidad de
cambio, o lo único posible es una revolución psicológica en la que el tiempo no
forme parte en absoluto? En el momento en que se admite el proceso gradual, se
requiere tiempo, y en eso se basan todas nuestras tradiciones, la práctica, el
método, el llegar y el no llegar a ser; toda esa estructura implica tiempo, con
la promesa de que, al final, uno alcanzará la iluminación y comprenderá. ¿Es
posible comprender algo a través del tiempo, o la comprensión es percepción
instantánea, y de ella nace un cambio inmediato?
… Dense cuenta de una cosa, señores;
necesitan tener una mente sana, capaz de razonar con lógica, con sensatez, no
una mente estúpida. Una mente embotada puede sentarse durante siglos,
inhalando, exhalando, concentrándose en los diversos chakras, jugando con la
kundalini, pero nunca descubrirá eso que está más allá del tiempo, que es
auténtica belleza, verdad y amor. Por tanto, abandonen la luz de esa vela que
todos los gurús y los libros les ofrecen, y no repitan una sola palabra que por
sí mismos no hayan descubierto que es verdad, que por sí mismos no hayan
verificado. Ni siquiera se trata de verificar los dichos de otros, sino de
poner a prueba el propio pensamiento de uno, de cuestionarlo, averiguar la
verdad en cuanto a él. Entonces no serán personas de segunda mano.
… Cuando hay un verdadero peligro, el tiempo
desaparece, ¿no es así? Hay acción inmediata. Sin embargo, no vemos el peligro
de muchos de nuestros problemas y por eso inventamos el tiempo como medio de
superarlos. El Tiempo es un impostor que en nada nos ayuda a producir un cambio
en nosotros mismos. El tiempo es un movimiento que el hombre ha dividido en
pasado, presente y futuro, y mientras lo siga dividiendo, estará siempre en
conflicto. ¿Es aprender cuestión de tiempo? No hemos aprendido en estos miles
de años, que hay una vida mejor que no sea odiarnos y matarnos unos a otros. Es
muy importante que comprendamos el problema del tiempo, si queremos cambiar
esta vida que se ha hecho tan monstruosa y tan vacía por culpa nuestra.
… No viváis en el futuro
ni en las muertas cosas de ayer, sino más bien vivid en el inmediato ahora, con
la comprensión de que sois producto del pasado y que por vuestras acciones de
hoy podréis gobernar el mañana y ser dueños del tiempo, dueños de la evolución y, por tanto, de la perfección.”
J. Krishnamurti