“… Como dijimos, el
análisis implica tiempo. Y, ¿qué es el tiempo? El tiempo es un movimiento tanto
físico como psicológico. Físicamente, es un movimiento de aquí hacia allá;
psicológicamente, es un movimiento desde “lo que es” hacia “lo que debería
ser”, transformando “lo que es” a través de una ideología, lo cual implica un
movimiento en el tiempo. ¿De acuerdo? Por favor, estamos compartiendo juntos
este problema, no están meramente escuchándome a mí; estamos viajando juntos,
investigando, descubriendo juntos qué es lo verdadero. No se trata de que
ustedes acepten lo que dice quien les habla, eso no tiene ningún valor, ni
verbalmente ni como realidad. Lo que tiene realidad es que nosotros, a través
de la investigación, de la observación, de una muy cuidadosa percepción,
compartamos lo que descubrimos por nosotros mismos.
… Como sabe, nuestro
cerebro es una red de palabras, una red de recuerdos, nunca está libre para
mirar porque la identificación lo ha condicionado. Para nosotros es muy
importante identificarnos. Cuando digo que soy hindú, eso me hace sentir
seguro, tengo la sensación de seguridad; me aferro a ello, como lo hace el
inglés, el francés, el alemán y el resto del mundo. ¿Es posible mirar, observar
libre de toda identidad? ¿Lo están haciendo ahora o lo intentarán más tarde? Si
lo hacen ahora, esa misma acción de percibir eliminará la división. Si lo hacen
ahora, eso significa que en esa acción no intervendrá el tiempo.
… Los sentidos que han creado los
sentimientos, las fórmulas, los conceptos, las ideas, la opinión, la creencia
de si ‘existe’ o no ‘existe’, todo eso forma parte del campo de la conciencia y esa conciencia es el resultado del tiempo, el tiempo como permanencia, como
años, como proceso evolutivo. Desde el más irreflexivo al más profundo de los
pensamientos, desde el más superficial al más profundo de los sentimientos,
todos llevan implícito un enorme periodo de tiempo, no solo de tiempo de reloj,
sino también tiempo psicológico; es decir, interno. El pensamiento es la
conciencia, el pensamiento es tiempo, y ese proceso de pensamiento ha necesitado,
pues, siglos de experiencia, de conocimiento, de sufrimiento, de dolor y de
tantas otras cosas, para ser capaces de pensar.
… No me pregunte a mi qué es el tiempo
psicológico. Formúlese esa pregunta a usted mismo. Tal vez quien le habla pueda
sugerírselo poniéndolo en palabras, pero es su propia pregunta. Uno ha tenido
un hijo, un hermano, una esposa, un padre. Se han muerto. Jamás podrán
regresar. Se han borrado de la faz de la tierra. Por supuesto, uno puede
inventar una creencia de que ellos están viviendo en otros planos. Pero uno los
ha perdido; hay una fotografía sobre el piano o sobre la repisa de la chimenea.
El recuerdo que uno tiene de ellos está en el tiempo psicológico. Uno recuerda
cómo los ha querido, cómo ellos lo han querido a uno, la ayuda que
significaban, nos ayudaban a encubrir la propia soledad. El recuerdo de ellos
es un movimiento del tiempo. Ayer estaban ahí y hoy han desaparecido. O sea,
que se ha formado un registro en el cerebro. Ese recuerdo es una grabación en
la cinta del cerebro; y esa cinta se está reproduciendo todo el tiempo; cómo
uno ha paseado con ellos por los bosques, los recuerdos sexuales, el
compañerismo que había, el consuelo que uno derivaba de ellos. Todo eso ha
desaparecido y la cinta continúa funcionando. Esa cinta grabada es la memoria y
la memoria es tiempo.
… El tiempo es el
pasado, ¿correcto? El tiempo es el futuro y el tiempo es el presente. Todo el
ciclo es tiempo. El pasado, nuestro trasfondo, lo que hemos pensado, las cosas
por las que hemos pasado, nuestras experiencias, nuestro condicionamiento como
cristianos, hindúes, budistas y todo eso; sin el pasado no estarían ustedes
aquí. Han sido programados por dos mil años y los hindúes por cinco mil años.
Como una computadora, ellos repiten, repiten y repiten. Por lo tanto, el pasado
es el presente; lo que ustedes son ahora es la consecuencia del pasado. Y el
mañana, o dos mil mañanas, es lo que son ahora; así que el futuro es ahora. En
el ahora está contenido todo el tiempo. Esto también es un hecho, una realidad,
no una teoría.
… El futuro es la
esperanza de todo político, de todo reformador y revolucionario, de todo el que
busca la virtud y lo que llamamos Dios. Decimos que vivimos por la esperanza;
pero ¿es así? ¿Es vivir, cuando el pasado o el futuro nos dominan? ¿Es el vivir
un movimiento del pasado al futuro? Cuando hay preocupación por el mañana,
¿estáis viviendo? Por haberse vuelto tan importante el mañana es por lo que hay
falta de esperanza, desesperación. Si el futuro es lo importante y vivís para
él y por él, entonces el pasado es el motivo de la desesperación. Por la
esperanza del mañana sacrificáis el hoy, pero la felicidad siempre está en el
ahora. Son los desdichados los que llenan sus vidas con el interés por el
mañana, que llaman esperanza. Vivir felizmente es vivir sin esperanza. El
hombre de esperanzas no es un hombre feliz, conoce la desesperación. El estado
de desesperanza proyecta la esperanza o el resentimiento, la desesperación o el
brillante futuro.
… Estoy observando y digo, el observador dice que el inconsciente es el pasado, el inconsciente es la raza en la que nací, la tradición; no sólo la tradición de la sociedad, sino de la familia, del nombre, el residuo de toda la cultura india, el residuo de toda la humanidad con todos sus problemas, ansiedades, sentimientos de culpa, etc. Soy todo eso, soy el inconsciente que es el resultado del tiempo, de muchos miles de ayeres, y el ‘yo’ lo está observando. Ahora bien, ¿quién es el observador? Una vez más, averígüenlo por sí mismos, descubran quién es el observador. No esperen a que yo se lo diga.
… «Cultivo» significa tiempo. Puedo cultivar
cebollas, pero no amor.”
J. Krishnamurti