“… ¿Qué es el aprender? ¿Puede uno aprender a
través de la relación? ¿Sería posible investigar eso? ¿Qué entendemos por
aprender? Pienso que ésta es una pregunta sumamente importante si podemos
investigarla más bien despacio y cuidadosamente. Aprendemos de los libros, de
los padres, de los colegios y las universidades, y también aprendemos por medio
de la experiencia, de los acontecimientos e incidentes que ocurren en nuestra
vida y, desde todas estas cosas, acumulamos conocimiento y a partir de ese
conocimiento actuamos. Esa es una manera de aprender.
… La comprensión no es
un proceso intelectual. Adquirir conocimiento sobre usted mismo y aprender sobre
usted mismo son dos cosas diferentes, porque el conocimiento acumulado es
siempre del pasado y una mente que lleva la carga del pasado está llena de
pesadumbre. Aprender sobre usted mismo no es como aprender un lenguaje, una
técnica o una ciencia, es obvio que entonces usted tiene que acumular y
recordar; sería absurdo empezar todo de nuevo, pero en el campo psicológico, el
aprendizaje acerca de usted mismo está siempre en el presente y el conocimiento
está siempre en el pasado. Y como la mayoría de nosotros vivimos en el pasado
el conocimiento se vuelve extraordinariamente importante para nosotros. Por eso
reverenciamos al erudito, al experto, al ingenioso. Pero si usted está siempre
aprendiendo, aprendiendo cada minuto, aprendiendo mientras observa y escucha,
aprendiendo mientras ve y actúa, entonces descubrirá que el aprender es un acto
constante, sin pasado.
… Para aprender, para descubrir algo fundamental ha de tener
la capacidad de penetrar profundamente. Si depende de un instrumento embotado, un
instrumento obtuso, no será capaz de hacerlo. Así, lo que hacemos ahora es
afilar el instrumento que es la mente, la mente que se ha entorpecido en este
continuo justificar y condenar. Usted sólo podrá calar a gran profundidad si su
mente es como una aguja afilada y tan fuerte como un diamante. No es bueno
decir simplemente, sin mayor interés, ¿cómo lograré una mente así? Tiene usted
que desearlo como desearía su próxima comida. Y para lograrlo ha de ver que lo
que embota y entorpece la mente es ese sentido de invulnerabilidad que ha
levantado muros a su alrededor, y que es también parte de esa condenación y
justificación. Si la mente puede librarse de ello entonces será capaz de ver,
estudiar, penetrar, y quizás llegar a un estado en que sea totalmente
consciente de todo el problema.
…. El aprender es un proceso constante, no
un proceso aditivo, no un proceso mediante el cual uno acumula y, entonces,
desde allí actúa. Casi todos nosotros reunimos conocimiento como memoria, como
una idea, lo almacenamos como experiencia y actuamos a partir de eso. Es decir,
actuamos desde el conocimiento, conocimiento tecnológico, conocimiento como
experiencia, conocimiento como tradición, conocimiento que uno ha derivado de
las tendencias particulares de su idiosincrasia; con ese trasfondo, con esa
acumulación de conocimiento, experiencia, tradición, actuamos. En ese proceso
no hay aprender alguno. El aprender jamás es acumulativo, es un movimiento
constante. No sé si alguna vez han investigado esta pregunta: ¿Qué es el
aprender y qué es la adquisición de conocimiento? El aprender jamás es
acumulativo. Ustedes no pueden almacenar el aprender y después actuar desde ese
depósito. Aprenden sobre la marcha. Debido a eso jamás hay un instante de
regresión o deterioro o decadencia.
… Usted ve, siente que
el enseñar y el aprender son ambos lo mismo. ¿Qué es lo que aquí tiene lugar?
Yo no le estoy enseñando, no soy su maestro o autoridad. Simplemente exploro y
le comunico mi exploración. Usted puede tomarlo o dejarlo. La posición es la
misma con respecto a los estudiantes.
… Por medio de la
experiencia, de la lectura, de lo que escucha, la mente acumula conocimiento;
es un proceso adquisitivo, un proceso de sumar a lo que ya conocemos, y desde
ese trasfondo de conocimiento funcionamos. Ahora bien, lo que por lo general
llamamos aprender, es este mismo proceso de adquirir información nueva y
agregarla al depósito de conocimientos que ya poseemos. Pero yo estoy hablando
de algo por completo diferente. Por aprender no entiendo agregar a lo que uno
ya conoce. Podemos aprender sólo cuando la mente no está atada al pasado como
conocimiento, es decir, cuando vemos algo nuevo y no lo traducimos a los
términos de lo conocido.
… Cuando uno aprende, la mente siempre está
atenta y nunca acumula; por consiguiente, no hay acumulación con la cual uno
juzgue, evalúe, condene y compare; observar, mirar, ver, escuchar, todo es
parte del aprender, para aprender sobre uno hay que poner fin a todo
conocimiento previo sobre uno.
… La conciencia es limitada, su misma naturaleza es la restricción, funciona dentro de la estructura de su propia existencia que es el conocimiento, la experiencia, la memoria. El aprender acerca de este condicionamiento demuele la estructura, entonces el pensamiento y el sentimiento tienen la función limitada que les corresponde, no pueden interferir con las cuestiones más amplias y profundas de la vida. Donde el yo llega a su fin con todas sus intrigas ocultas y evidentes, sus instintos compulsivos y sus exigencias, penas y alegrías, ahí comienza un movimiento de la vida que está más allá del tiempo con su esclavitud.
… Yo digo, aprenda también a vivir. ¿Qué ocurre entonces? Si aprendo cómo vivir, también aprendo cómo morir. Yo quiero aprender a vivir. Quiero aprender acerca del dolor, el placer, el sufrimiento, la belleza. Aprendo. A causa de que estoy aprendiendo acerca de la vida, estoy aprendiendo acerca de la muerte. El acto de aprender es un acto de purificación, no de adquisición de conocimientos. Aprender es purificarse. Yo no puedo aprender si mi mente está llena. La mente debe purificarse a sí misma a fin de aprender. Por lo tanto, cuando la mente quiere aprender tiene que vaciarse de todo cuanto ha conocido, entonces sí puede aprender.”
J. Krishnamurti
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