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SI SON VERDADERAMENTE CRÍTICOS, CREATIVOS, ENTONCES SE INTERESARÁN EN REALIDADES

             

   “… El progreso tecnológico resuelve ciertas clases de problemas en un nivel determinado, pero también introduce problemas más amplios y profundos. Vivir en un solo nivel, sin tener en cuenta el proceso total de vida, es atraer la miseria y la destrucción. La mayor necesidad, el problema más urgente de cada individuo, es tener una comprensión integral de la vida, que lo ponga en condiciones de resolver satisfactoriamente sus crecientes complejidades. 

   … Sin la comprensión de nosotros mismos, la mera ocupación nos lleva a la frustración con sus inevitables evasiones a través de toda clase de actividades perjudiciales. La técnica sin la verdadera comprensión conduce a la enemistad y a la crueldad, las cuales tratamos de enmascarar con frases agradables al oído. ¿De qué vale recalcar la técnica y convertirse en seres eficientes si el resultado es la mutua destrucción? Nuestro progreso técnico es fantástico, pero sólo ha logrado aumentar nuestro poder para destruirnos los unos a los otros, y hay hambre y miseria en todas las regiones de la Tierra. No somos felices ni tenemos paz. 

   … Si comprendemos un problema, la solución puede estar en el mismo problema. Tomemos un ejemplo bien simple. Nunca hemos podido terminar con las guerras, el ser humano ha tenido guerras desde sus orígenes en la Tierra, y nunca ha podido solucionar ese problema de la guerra; lo único que hemos conseguido es mejorar la manera de matarnos, a lo cual llamamos progreso; esto no es un chiste. Nos movemos de una organización a otra, primero tuvimos la Sociedad de Naciones, ahora tenemos las Naciones Unidas, pero las guerras continúan y, aunque cambiamos de una organización a otra esperando que los problemas se solucionen, siguen multiplicándose y las guerras nunca terminan. La causa de las guerras son el nacionalismo, las divisiones económicas, lingüísticas, raciales, religiosas, económicas; también las divisiones culturales nos separan y, como todos somos seres humanos, sufrimos, todos padecemos dolores, ansiedades, aburrimiento, soledad y desesperación, pero no tratamos de resolver  esto; sin embargo, queremos resolver los problemas que tienen causas externas.

   … Cuando uno observa detenidamente todo lo que está sucediendo, no sólo en el campo mecánico o técnico, sino también en nuestra relación con las demás personas; cuando uno observa que en todo el mundo el progreso niega la libertad; cuando observa la fuerza de la sociedad en la que el individuo ha quedado por completo relegado, y cuando observa cómo las nacionalidades dividen cada vez más, especialmente en este desafortunado país, queda patente que debe producirse una revolución profunda.

   … En la mejora personal hay cierto progreso, mañana seré mejor, más amable, más generoso, menos envidioso, menos egoísta; pero, ¿produce el mejoramiento personal un cambio completo en nuestra forma de pensar? ¿O no se produce ningún cambio, sino sólo cierto avance? Mejorar implica tiempo, ¿no es cierto? Hoy soy así y mañana seré mucho mejor; es decir, el mejoramiento personal, el sacrificio y la renuncia se basan en una progresión, en un proceso gradual para avanzar hacia una vida superior, lo cual significa una adaptación superficial al entorno, a un patrón mejorado; sin embargo, uno sigue condicionado, aunque de manera más noble, etc. Vemos cómo ese proceso opera todo el tiempo, y seguramente se han preguntado, al igual que yo, si ese progreso puede producir una revolución fundamental. 

   A mi modo de ver, lo importante no es el progreso, sino la revolución; por favor, no se escandalicen al escuchar la palabra «revolución», como hace la mayoría de las personas en una sociedad tan progresista como ésta. Hemos de comprender la extrema necesidad de producir un cambio radical en nuestra actitud y no una mejora social, porque el simple progreso sólo es una mejora dentro del sufrimiento; probablemente produzca cierto respiro la atenuación del sufrimiento, pero no puede poner fin a ese sufrimiento profundo que siempre está latente. En definitiva, el progreso en el sentido de mejorar a lo largo de un periodo de tiempo, es en realidad un proceso del «yo», del ego. Sin duda, hay progreso en la mejora personal en la que hay un claro esfuerzo para ser bueno, para ser más esto o menos aquello, etc. Al igual que se han mejorado los frigoríficos y los aviones, también se mejora el «yo». Pero esa mejora, ese progreso, no libera a la mente del sufrimiento. Mejorar en lo personal es un progreso dentro del sufrimiento, no es el cese del sufrimiento.

   … En el progreso mecánico no puede haber realización plena para el hombre. Habrá mejores automóviles, mejores aviones, mejores máquinas, pero la plenitud no se realizará mediante este continuo proceso de perfección mecánica. No es que yo esté contra las máquinas. Cuando hablamos de progreso aplicándolo a lo que llamamos crecimiento individual, ¿a qué nos referimos? Nos referimos a la adquisición de más conocimiento, de una virtud mayor, lo cual no es plenitud de realización. Lo que llamamos virtud aquí, puede ser considerado vicio en otra sociedad. La sociedad ha desarrollado los conceptos del bien y el mal. Intrínsecamente, no hay tal cosa como bien o mal. No piensen en términos de opuestos. Tienen que pensar de manera fundamental, esencial. A mi entender, mediante el progreso no puede haber integridad en la acción, porque el progreso implica tiempo, y el tiempo no conduce a la plenitud de realización. Ésta se encuentra sólo en el presente, no en el futuro. ¿Qué es lo que les impide vivir por completo en el presente? Es el pasado, con sus muchos recuerdos y obstáculos.” 

      J. Krishnamurti