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DIÁLOGO: AMOR, COMPASIÓN

                     VIERNES, 13 de MARZO           c/León, 3           Hora 19:00

                             ¡Hola amigos! Los Diálogos quedan suspendidos. 
                                  Ya comunicaremos la reanudación. Saludos.

   “… ¿Qué significa ser compasivo? No simplemente de manera verbal, sino ser compasivo en realidad. En el caso de la compasión, ¿se trata de hábito, de pensamiento, se trata de repetir mecánicamente que se es bondadoso, cortés, gentil, tierno? ¿Puede ser de algún modo compasiva la mente que está presa en la actividad del pensamiento con su condicionamiento, su repetición mecánica? Uno puede hablar de ello, puede fomentar la reforma social, ser bondadoso con el pobre pagano, etc. ¿pero es eso compasión? Cuando el pensamiento dicta, cuando el pensamiento está activo, ¿puede haber lugar para la compasión? La compasión es acción sin motivo alguno, sin interés personal, sin ningún sentido de temor, sin ningún sentido de placer.
   … El amor no tiene opuesto. El amor no puede existir donde haya celos, ambición y agresividad. Y donde existe la cualidad del amor, de eso surge la compasión. Donde existe esa compasión, hay inteligencia, pero no la inteligencia del interés propio, del pensamiento o de mucho saber. La compasión no tiene nada que ver con el conocimiento.
   … La compasión no es suya o mía, al contrario del pensamiento que es suyo y mío. Cuando hay inteligencia no existe el ‘yo’ ni el ‘usted’, y esa inteligencia no subsiste en su mente o en su corazón; esa inteligencia, que es suprema, está en todas partes. Esa es la inteligencia que mueve la tierra, los cielos y las estrellas, porque eso es compasión.
   … El amor es la única respuesta perdurable a los problemas humanos. No hagan una división artificial entre al amor a Dios y el amor al hombre, sólo existe el amor. El amor está restringido por múltiples barreras, pero sin el amor, la compasión, el perdón, la generosidad y la bondad no pueden existir; sin amor, todas las virtudes se vuelven crueles destructivas. El odio, la envidia, el rencor, impiden la plenitud del pensamiento-emoción, y tan sólo en la plenitud puede haber compasión y perdón.
   … Así que llegamos a la pregunta, ¿qué es el amor? ¿Es el amor un producto del pensamiento? Por desgracia, el amor se ha convertido en un producto del pensamiento, "amo" a Dios, "amo" a esa persona, pero destruyo la naturaleza. Uno debe investigar esa pregunta muy profundamente para descubrir por sí mismo lo que es el amor, porque sin amor, sin esa cualidad de la compasión, siempre sufriremos. Ahora bien, para descubrirlo, para que la mente tenga esa profunda compasión, uno debe comprender el sufrimiento, porque la pasión surge del sufrimiento; la raíz etimológica de la palabra "pasión" es sufrimiento, y la mayoría nos escapamos del sufrimiento, lo cual no significa que debamos aceptar el dolor físico o psicológico, sería una tontería.
   … De igual manera, la compasión sólo existe cuando uno se ha liberado del sufrimiento, no antes. Ustedes pueden hablar de la compasión, escribir libros sobre ella, discutir acerca de lo que es, pero sólo el fin del sufrimiento es el comienzo de la compasión. La mente humana se ha resignado a soportar el sufrimiento, sufrimiento sin fin: hemos visto a nuestros hijos morir en las guerras, y estamos dispuestos a aceptar el sufrimiento de guerras futuras; soportamos el sufrimiento generado por la educación, el inmenso dolor que trae consigo la educación moderna, cuyo único objetivo es alcanzar cierto conocimiento tecnológico, nada más. Por lo tanto, la compasión, que es amor, sólo puede llegar cuando uno comprende totalmente la complejidad del sufrimiento y su final. ¿Puede ese sufrimiento terminar, no en algún otro, sino en uno mismo?
   … Cuando existe este sentido de compasión, uno no matará de ninguna manera, no matará ni con la palabra ni con un gesto ni con una idea. Lo que decimos, pues, es que el amor surge a la existencia cuando comprendemos la relación. En la comprensión del amor cambiamos la estructura de la sociedad y el dolor llega a su fin. Sólo entonces hay compasión.
   … Si puede verse tal como es, sin evaluación alguna, entonces el temor llega a su fin y de ello surge un sentido extraordinario de amor. El amor es algo que no puede ser cultivado, no es una cosa que la mente pueda comprar. Si usted dice: "Voy a practicar la compasión", entonces la compasión es una cosa de la mente; por lo tanto, no es amor. El amor adviene secretamente, inadvertidamente, plenamente, cuando comprendemos todo este proceso de la relación. Entonces la mente está quieta, no llena al corazón con sus propias cosas; por lo tanto, eso que es amor puede surgir a la existencia.
   … Sólo donde haya espacio y silencio puede existir ese algo nuevo que no está tocado por el tiempo-pensamiento. Puede que eso sea lo más santo, lo más sagrado, puede. Usted no puede ponerle nombre. Es tal vez lo innominable. Y cuando eso existe, entonces hay inteligencia, compasión y amor. Por consiguiente, la vida no está fragmentada. Es un proceso íntegro y unitario, en movimiento, viviente.
   … Por “religión” queremos decir libertad absoluta. Libertad del miedo, del conflicto, de los problemas, del sufrimiento, de tal modo que el cerebro sea completamente libre. Solo entonces puede existir la cualidad del amor y la compasión; únicamente en ese estado puede descubrirse lo sagrado. Con la comprensión de esa verdad, con la percepción de esa verdad, llega la paz, la paz en uno mismo, la paz en la propia psiquis. Lo cual significa ningún conflicto.
   … He hablado acerca del amor; pero para mí lo importante no es discutir qué es el amor o qué es la compasión, sino liberar a la mente de todas las limitaciones que impiden el fluir natural de aquello que llamamos amor y compasión. Lo que es el amor, lo que es la compasión, lo sabrá usted por sí mismo cuando su mente y su corazón estén libres de la limitación que llamamos egoísmo, egolatría; entonces lo sabrá sin preguntar, sin discutir.
   … El abandono del ‘yo’ es amor, compasión: pasión por todas las cosas, por los que mueren de hambre, por los que sufren, por los que carecen de hogar y por el materialista y el creyente. El amor no es sentimentalismo o romanticismo; es tan poderoso y terminante como la muerte.”
   J. Krishnamurti