"… Esta es una cuestión bastante
compleja. ¿Somos capaces de comprender el pleno significado de lo que supone
darse cuenta? No saltemos a ninguna conclusión, pero, ¿qué entendemos por el
‘darse cuenta’ cotidiano? Si le veo a usted, si le observo, si le miro, formo
opiniones… Mirar este proceso, observarlo, tan sólo es el principio del darse
cuenta, ¿no es cierto? También puedo darme cuenta de mis motivos, de mis
hábitos de pensamiento.
… debemos utilizar nuestro cerebro hasta su mayor capacidad. Pero es la
función del cerebro dividir las cosas; ha sido educado para observar en partes,
para aprender por partes, no totalmente. Darse cuenta del mundo, de la tierra,
totalmente, implica no tener ningún sentimiento de nacionalidad, ni tradiciones,
dioses, iglesias, ni la división del suelo y delimitación de la tierra en
coloreados mapas. Y ver a la humanidad como seres humanos, implica no estar
segregados como europeos, norteamericanos, rusos, chinos o indios. Pero el
cerebro rehúsa ver totalmente la tierra y el hombre que está sobre ella, porque
el cerebro ha sido condicionado a través de siglos de educación, tradición y
propaganda.
… Por favor, presten atención. La mayoría cree que darse cuenta es
‘algo’ misterioso que uno debe practicar o que deberíamos reunirnos día tras
día para hablarlo. Sin embargo, esa no es realmente la manera de darse cuenta,
pero si uno está atento a las cosas externas, … sin elección ni condena, puede
dejarse llevar por la marea del darse cuenta interna.
… Darse cuenta es observar la actividad del cuerpo, la forma de caminar,
de sentarse, los movimientos de las manos; es escuchar las palabras que uno
emplea, observar todos los pensamientos, las emociones y las reacciones; eso
incluye darse cuenta del inconsciente, y de su tradición del conocimiento
instintivo y del inmenso sufrimiento que ha acumulado, no sólo el personal, sino
también el sufrimiento del ser humano.
… Por meditación quiero decir el comprender las operaciones del viejo
cerebro, observarlo, saber cómo reacciona. Cuáles son sus respuestas, sus
tendencias y demandas, sus agresivas persecuciones; conocerlo en su totalidad,
su parte inconsciente tanto como la consciente; cuando ello se conoce, cuando
hay un darse cuenta sin controlarlo ni dirigirlo, ni decir: «Esto es bueno»,
«esto es malo», «conservaré esto», «no conservaré aquello»; cuando ustedes ven
el movimiento total de la vieja mente, cuando la ven en su totalidad, entonces
es que se aquieta.
… Lo inconsciente es el residuo de la raza, del hombre, ya sea del Este
como del Oeste; esas tradiciones heredadas, al unirse a lo presente se
transforman en otra tradición. Darse cuenta de las muchas capas de lo
inconsciente y de su movimiento requiere una mente que sea extraordinariamente
aguda y viva, que ni por un momento busque jamás seguridad, consuelo. Porque en
cuanto buscáis seguridad, consuelo, estáis acabados, empantanados,
aprisionados. Una mente anclada a la seguridad, al consuelo, a una creencia, a
una norma o a un hábito, no puede ser veloz.
… Ver o comprender no es una cuestión de tiempo, no es una cuestión de
niveles: lo ve o no lo ve. Y no es posible ver sin darse cuenta profundamente
de sus propias reacciones, de su propio condicionamiento. Cuando uno se da
cuenta de su condicionamiento, debe observarlo sin elección, debe ver el hecho
sin opinión o juicio alguno acerca del hecho.
… Cuando uno escapa es porque la atención ha divagado y no está
atendiendo, hay inatención. Esté inatento, pero dese cuenta de que lo está, ese
mismo darse cuenta de su inatención es atención. Si se da cuenta de la
inatención, dese cuenta simplemente, no haga nada al respecto, excepto darse
cuenta de ello, entonces, esa misma percepción alerta de estar inatento es
atención. Es tan sencillo. Una vez que vea esto, el conflicto terminará
completamente; estará alerta sin elección, sin opción.
… Y si sois influenciados por el que habla, no habéis comprendido lo que
él ha estado diciendo durante la hora pasada, o los últimos treinta años. Estar
libre de toda influencia, de los libros que leéis, los periódicos, el cine, la
educación que habéis tenido, la sociedad a que pertenecéis, la influencia de la
iglesia, darse cuenta de todas las influencias y no quedar atrapado en ninguna
de ellas, eso es inteligencia.
… al darse cuenta de que aquí no hay nada
permanente, nada, crea una permanencia en Dios, en una idea; y uno descubre cuan
extraordinariamente difícil es para los seres humanos cambiar sus ideas. Esa es
nuestra batalla ahora entre ustedes y quien les habla, porque ustedes tienen
ideales o ideas o representaciones mentales, imágenes que creen que son
permanentes. Han aceptado la permanencia como algo real. Entonces viene alguien
que dice: "Miren, no hay nada permanente. Sus ideas, sus dioses, sus
salvadores, ustedes mismos, todo es impermanente", y ustedes se niegan a
ver eso. Darse cuenta de que hay impermanencia, incertidumbre, causa estragos
en sus vidas.
… Muy pocos parecen ser lo suficientemente serios para
investigar en profundidad y, tal vez, darse cuenta de que existe una manera de vivir del todo diferente. ¿Por qué la
humanidad se ha convertido en lo que es? ¿Estamos destinados a vivir de esta
manera? ¿Se ha producido algún error en la evolución humana? ¿Existe algo
externo, más allá de la medida humana, que cuando se comprende, cuando se
investiga profundamente, quizá, abre la puerta, los ojos, y puede que también
el corazón, de manera que, de forma natural, sin esfuerzo, vivamos una vida
pacífica y feliz?”
J. Krishnamurti