traductor para el blog blogger web

COMPRENDER LOS PROBLEMAS

   “… Se pensaba que la ciencia ayudaría a solucionar esta complejidad de los problemas humanos, que la educación los resolvería poniéndoles fin. Pero uno observa que los problemas están aumentando en todo el mundo, que se están multiplicando y volviéndose más y más apremiantes, más complejos y aparentemente interminables. Eventualmente, uno se da cuenta de que no puede depender de nadie, ni de los sacerdotes ni de los científicos ni de los especialistas. Uno debe descartarlos, porque todos ellos han fracasado; las guerras, las divisiones religiosas, el antagonismo del hombre contra el hombre, las brutalidades..., todo eso continúa; el temor y el sufrimiento son constantes y progresivos.
    … El causante de estos daños, el creador de estos problemas, es el individuo, vosotros y yo, no el mundo, como creemos. El mundo es vuestra relación con otro. El mundo no es algo que existe aparte de vosotros y de mí; el mundo, la sociedad, es la relación que establecemos o procuramos establecer entre unos y otros.
   … ¿Es posible mirar la vida con todos sus interrogantes, con todas las cuestiones que se suscitan, que son tremendamente complejas, mirarla, no como un problema, sino observarla claramente, sin prejuicios, sin llegar a ninguna conclusión, porque entonces será ésta la que habrá de dictar nuestra observación? Uno tiene que observar este vasto movimiento de la vida, no sólo su propia vida particular, sino la vida de la humanidad, la vida de la tierra, la vida de los árboles, la vida del mundo en su totalidad, mirarla, observarla, moverse con ella. Pero si uno la trata como un problema, entonces creará más problemas.
   … Estamos aquí con el fin de aprender, no para que nos instruyan. Ser instruido es memorizar lo que se escucha, en la memoria; pero repetir simplemente lo que se ha acumulado en la memoria no soluciona los problemas. Sólo hay madurez en el proceso de aprender. De la falta de madurez, nace el uso del conocimiento, de lo que simplemente ha sido memorizado como medio de cara a resolver los problemas humanos, y eso sólo genera más modelos, y más problemas. El simple deseo de resolver un problema es eludirlo, ¿verdad? Uno no ha penetrado en él, no lo ha estudiado, explorado ni comprendido; no conoce su belleza ni su fealdad ni su profundidad, el único interés es resolverlo y dejarlo a un lado. Este impulso por resolver un problema sin haberlo comprendido es evadirse y, por tanto, se convierte en otro problema, y toda evasión engendra problemas posteriores.
   … Sin embargo, para comprenderlos y resolverlos por completo, el cerebro debe ser libre. Observe la lógica. Ésta, junto con la razón, son necesarias. Sólo entonces puede ir más allá de la lógica y de la razón. Pero si uno no es lógico, si no avanza paso a paso, se engañará siempre y terminará viviendo en alguna clase de ilusión. Descubrir una manera de vivir que permita enfrentar los problemas, resolverlos y no quedar atrapado en ellos, requiere una enorme observación y atención; darse cuenta y asegurarse de que nunca, ni por un segundo, se engaña a sí mismo.
   … Podré ayudarlos, o más bien podrán ayudarse a sí mismos sólo si piensan de una manera nueva, creativa. Consideren a la vida, no como diversos problemas aislados, sino comprensivamente, como una totalidad, y háganlo con una mente no sofocada por la búsqueda de soluciones. Si pueden escuchar sin la carga de los problemas, con una perspectiva global, verán que su problema particular tiene un significado diferente; aunque quizá no se resuelva de inmediato, comenzarán a discernir su verdadera causa. Al pensar de una manera nueva, al aprender de nuevo a pensar, se disolverán los problemas y conflictos que abruman a la mente y al corazón, y de los cuales surgen toda la falta de armonía, la pena y el sufrimiento.
   … Para eso, no puede remontarse a los recuerdos del pasado a fin de afrontarlo, ya que el nuevo problema requiere un nuevo enfoque y uno no puede abordarlo con sus recuerdos improductivos y estúpidos. El problema sigue activo, de modo que hay que afrontar el presente activo, y por tanto el elemento tiempo también hay que dejarlo a un lado. Uno quiere descubrir cómo surgen los problemas psicológicos. Como ya he dicho, si uno puede comprender toda la estructura del origen de los problemas y, de esa manera, estar libre de crearlos, sabrá cómo actuar con el dinero, el sexo, el odio y con todo en la vida; y en ese proceso en que uno ha de enfrentarse a todo ello, no se generarán más problemas. Uno tiene, pues, que descubrir cómo surge un problema psicológico y no cómo resolverlo. ¿Me entienden? Nadie puede decirme cómo surge; tengo que comprenderlo por mí mismo.
   … Y por esta comprensión propia, el cerebro, que es mecánico, que está perpetuamente charlando, respondiendo a todas las influencias, se vuelve muy tranquilo, pero sensible y vivo. No es un cerebro muerto, sino activo, dinámico, alerta, pero muy quieto, silencioso, porque no tiene conflicto. Es silencioso porque ha desechado, ha comprendido todos los problemas que había creado por sí mismo. Después de todo, un problema surge sólo cuando no habéis comprendido la cuestión. Cuando el cerebro ha comprendido por completo, cuando ha examinado la ambición, entonces ya no hay más problema acerca de ésta: ella ha terminado. Y así el cerebro queda en calma.
   … No sigas preguntando a algún otro, trata más bien de descubrir por ti mismo la verdad de ello. Formular innumerables preguntas sin tratar jamás de averiguar o descubrir es característico de una mente trivial. Mira, tememos a la muerte sólo cuando nos aferramos a la vida. La comprensión de todo el proceso del vivir es también la comprensión del significado del morir. La muerte es meramente la extinción de la continuidad, y lo que tememos es no poder continuar; pero lo que continúa jamás puede ser creativo. Reflexiona sobre ello, descubre por ti mismo lo que es verdadero. Es la verdad la que te libera del miedo a la muerte, y no tus teorías religiosas ni tu creencia en la reencarnación o en la vida en el más allá.
   … Si lo observan, verán que la mente siempre está cultivando, sembrando y cosechando, del mismo modo que un agricultor cultiva, siembra y cosecha. Pero, a diferencia del agricultor que permite que el campo descanse durante el invierno, la mente nunca se permite a sí misma estar en reposo. De la misma manera que las lluvias, las tormentas y el sol renuevan la tierra, en la inactividad reposada, pero atenta de la mente, hay rejuvenecimiento, renovación. De modo que cuando la mente se renueva a sí misma, los problemas se solucionan, y los problemas únicamente se solucionan cuando se ven con claridad y rapidez.
   … Después de todo, así es como empiezan todos los grandes movimientos, por el individuo, por uno mismo. De modo, entonces, que mi relación, o la vuestra, la relación del individuo, con el Estado, puede ser comprendida, y un cambio en esa relación puede sobrevenir, tan sólo cuando yo entiendo el proceso total de mí mismo.
El conocimiento de uno mismo es el comienzo de la comprensión del problema.”
   J. Krishnamurti