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EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

    “… Es más bien difícil de expresar en palabras, ¿verdad?, pero viendo en lo que se está convirtiendo el mundo, me parece que cualquier hombre serio debe preocuparse del futuro, de lo que le va a pasar a la humanidad. Especialmente si uno tiene hijos, ¿cuál es su futuro? ¿Van a repetir el viejo patrón que los seres humanos han estado siguiendo más o menos durante millones de años? ¿O va a haber un cambio fundamental en su psique, en la totalidad de su conciencia? Ésa es la verdadera cuestión, no si guerra atómica o guerra convencional, sino si los hombres tienen necesariamente que luchar entre sí. 
   … Usted, como ser humano que es la conciencia del resto de la humanidad, puede romper con el viejo patrón de la obediencia y el aceptar. Este es el verdadero punto de inflexión, el punto crucial en nuestra vida. El ser humano no puede seguir repitiendo el viejo patrón, ha perdido su significado; en el mundo psicológico ha perdido su significado por completo.
   … El hombre contra el hombre, una ideología contra otra; esto es un hecho real. ¿Qué haremos al respecto? ¿Somos responsables, cada uno de nosotros? Por favor, háganse esa pregunta a sí mismos. ¿Buscan a alguien que les instruya, que les guíe, que les diga lo que deben hacer? Hay personas que hacen eso, pero durante siglos los llamados líderes espirituales, los llamados gobernantes no han creado un mundo diferente. Entonces, ¿dónde buscará? Los líderes son iguales que sus seguidores, y los diferentes gurús son iguales que sus discípulos. Todos los líderes del mundo han fracasado, no solo los de la presente generación, sino los de pasadas generaciones. Los líderes no les ayudarán, los gobernantes de todo el mundo no crearán una sociedad diferente, no pondrán fin a las guerras, luego, ¿qué hará? Los sacerdotes han fracasado, las organizaciones y las instituciones han perdido su sentido.
   Todos sabemos que la guerra es la más terrible calamidad que puede ocurrirle al hombre; sin embargo, continúa, con nuevas armas, mucho más modernas que las de ayer. Todos sabemos que no se debe matar. Los libros lo dicen. Pero, ¿ha detenido eso los asesinatos? No. Tenemos todos los problemas heredados del reino animal a los cuales hemos añadido otros específicamente humanos, diciendo una cosa y haciendo otra.
   … El presente es lo eterno; ni el pasado ni el futuro pueden revelarlo. Lo intemporal se realiza sólo a través del presente. Si usted desea de verdad salvar a su hijo y, por ende, a la humanidad, de otra guerra, entonces debe pagar el precio por ello: no ser codicioso, no tener mala voluntad y no ser mundano; porque la apetencia sensual, la mala voluntad y la ignorancia producen conflicto, confusión y antagonismo; engendran el nacionalismo, la arrogancia, y promueven la tiranía de la máquina.
   … ¿Cómo vamos a terminar con las barbaridades colectivas e individuales? Para despertar una acción de masas contra los horrores, las crueldades y los absurdos de la presente civilización, tiene que haber una comprensión individual. Empiece consigo mismo. Arranque de raíz los espantosamente crueles prejuicios y deseos, y conocerá un mundo feliz. Extirpe sus ambiciones personales y las sutiles explotaciones, la codicia y el ansia de poder. Entonces tendrá un mundo ordenado e inteligente.
   … Si hemos leído la historia, está muy claro que el hombre ha luchado contra la naturaleza, la ha conquistado, destruido y contaminado; el hombre ha luchado contra el hombre; siempre ha habido guerras. El hombre lucha para ser libre y, sin embargo, se hace esclavo de instituciones y organizaciones y, a su vez, intenta separarse de ellas para formar nuevamente otra serie de instituciones y organizaciones. Existe esa lucha constante para ser libre. La historia de la humanidad es la historia de guerras tribales, feudales y coloniales, las guerras de reyes y naciones; y todavía sigue así; la mentalidad tribal se ha vuelto nacional y sofisticada, pero sigue siendo una mentalidad tribal.
   … El proceso tecnológico es tan rápido que de la noche a la mañana hay algo nuevo. Pero éticamente somos lo que hemos sido por millones de años. ¿Comprenden el contraste? Tecnológicamente tenemos la computadora que superará en pensamiento al hombre, que podrá inventar nuevas meditaciones, nuevos dioses, nuevas teorías. Y el hombre, o sea, ustedes y yo, ¿qué les va a ocurrir a nuestros cerebros? La computadora puede hacer casi todo lo que pueden los seres humanos, excepto, por supuesto, tener sexo o contemplar la luna nueva. Esto no es una teoría, está sucediendo ahora. ¿Qué nos va a pasar, entonces, como seres humanos?
   … toda la historia de la humanidad está aquí dentro, y no sabemos cómo leerla. ¿Comprenden lo que digo? Ustedes son el libro; pero si leen el libro como simples lectores, eso no tiene ningún valor. Ahora bien, cuando ustedes son el libro, el libro les muestra lo que son, les cuenta la historia; entonces no dependerán de nadie, ustedes serán su propia luz. Pero todos estamos esperando una cerilla, el fuego de otro, para encender la luz. Quizá ésta sea la razón por la cual están aquí. Y ahí es donde reside la tragedia, porque no podemos ver con claridad por nosotros mismos. Antes de ayudar a otros, debemos ver con claridad, ¡por el amor de Dios! Es como el ciego que guía a otro ciego.
   … No podemos delegar en otros la tarea de traer dicha y paz a la humanidad, porque la humanidad somos nosotros mismos, cada uno de nosotros. ¿Dónde se encuentra la solución, excepto en nosotros mismos? Descubrir la verdadera respuesta requiere un pensamiento-sentimiento muy profundo, y pocos estamos dispuestos a resolver esta desdicha. Si cada uno de nosotros considera que este problema surge desde lo interno, y no se deja arrastrar impotentemente por esta espantosa confusión e infelicidad, entonces encontraremos una respuesta simple y directa.
   … Sin el poder equilibrante de la compasión y la espiritualidad, ustedes tendrán, con el mero incremento de la producción de cosas, de hechos y de técnica, mayores y mejores guerras, opresión económica y fronteras del poder, formas más sutiles de engaño, discordia y tiranía. Del mismo modo que una piedra puede cambiar el curso de un río, unos pocos seres humanos que comprendan, tal vez podrán desviar este terrible curso de la humanidad. Pero es difícil resistir la constante presión de la civilización moderna, a menos que uno esté constantemente alerta, descubriendo así tesoros que son imperecederos.”
   J. Krishnamurti