… “Si tenemos una ilusión, una fantasía, una imagen, un concepto
romántico acerca de la verdad o del amor, ése es, justamente, el verdadero
obstáculo que nos impide seguir adelante. ¿Podemos investigar seriamente lo que
es una ilusión? ¿Cómo surge una ilusión? ¿Cuál es su origen? ¿No nos indica que
estamos tratando con algo que no es real?
Lo real es aquello que está sucediendo, ya sea que lo llamemos bueno,
malo o indiferente; es lo que realmente está ocurriendo. Cuando somos incapaces
de enfrentarnos con lo que en realidad sucede en nuestro interior, creamos
ilusiones para escapar de eso. Si uno no quiere afrontar la realidad tal y como
es, o se siente temeroso de ella, al eludirla crea la ilusión, crea una
fantasía y una actividad imaginaria alejada de la realidad. La palabra ilusión
significa 'alejarse de la realidad, de lo que es'.
… Para comprender lo que es, no debe interferir nuestra opinión
personal, que siempre juzga, sino observar simplemente. Pero no podemos
observar lo que en realidad está sucediendo, si nuestra creencia o
condicionamiento juzga lo que observamos; porque eso impide comprender lo que
es.
… Si pudiéramos mirar lo que en
realidad está sucediendo, entonces evitaríamos por completo cualquier forma de
ilusión. ¿Es posible hacer eso? ¿Podemos realmente observar nuestra
dependencia, ya sea de una persona, de una creencia, de un ideal o de alguna
experiencia que nos haya estimulado enormemente? La dependencia, inevitablemente,
siempre crea ilusión.
… El pensamiento crea la ilusión, y esa ilusión se desarrolla, crece, se
extiende. La ilusión de toda la actividad religiosa debe de haber empezado muy,
muy sencillamente, y vean adónde ha llegado, con su inmenso poder, sus enormes
propiedades, la gran acumulación de las obras de arte, de las riquezas; y con
la jerarquía religiosa exigiendo obediencia, apremiándonos para que tengamos
más fe. Todo eso es la expansión, el cultivo y el desarrollo de la ilusión, lo
cual ha tomado muchos siglos. Y la psique es todo el contenido de la
conciencia, es la memoria de todas las cosas pasadas y muertas. ¡Qué
importancia damos a la memoria! La psique es memoria. Toda la tradición es
meramente el pasado. Nos aferramos a eso, queremos aprender acerca de todo eso,
y pensamos que para ello el tiempo es tan necesario como lo es en el otro
campo.
… ¿Puede la mente ser
completamente libre o está condicionada por su misma naturaleza? Si la
naturaleza de la mente es estar condicionada, en ese caso no tiene ninguna
posibilidad de descubrir lo que es la verdad, aunque siga repitiendo que hay o
no hay un Dios, que esto es bueno y aquello es malo; todo esto estará dentro
del patrón de una determinada cultura. Para averiguar la verdad sobre esa
cuestión, uno debe investigar por sí mismo si la mente puede ser realmente libre.
Yo digo que puede serlo, que la mente puede ser realmente libre; pero no se
trata de que lo acepte o lo rechace. Puede que sea verdad o que sólo sea una
opinión, una ilusión o una fantasía mía. Usted no puede basar su vida en el
descubrimiento, la fantasía, la ilusión de otro, o en una simple idea; usted
tiene que averiguarlo.
… La inmortalidad es un devenir continuo, no de esa conciencia que
llamamos el "yo", sino de esa inteligencia que está libre tanto de lo
particular como del grupo, que está libre de la conciencia que crea las
divisiones. O sea, cuando la mente se ha despojado de toda ilusión o
ignorancia, es capaz de discernir el presente infinito. Eso es algo imposible
de explicar, no se puede razonar al respecto. Está más allá de todo argumento.
Tiene que ser experimentado, vivido. Requiere gran persistencia y constante
determinación.
… Cómo sabéis, tiene uno que
estar libre de ilusión, es decir, libre del poder de la mente para crear
valores que no son reales, valores que carecen de realidad con respecto a la
vida, al vivir efectivo. La mente tiene un poder extraordinario de crear
ilusión por medio de creencias, de evasiones, de dogmas. Proyecta toda clase de
modelos, metas, ideales, mediante los cuales espera realizar. Y a esta identificación
con algo que ha proyectado, la llama convertirse en lo más grande. Ahora bien,
si no estamos libres totalmente de este poder de ilusión y de la creación de
tal ilusión, nunca podremos descubrir lo que es real, lo verdadero, o si hay
Dios, algo mucho más grande que esta terrible existencia superficial.
… ¿Cómo me convence usted de que estoy preso en una ilusión? No puede, a
menos que yo lo vea por mí mismo. Y no puedo verlo debido a que mi ilusión es
muy fuerte. Esa ilusión ha sido alimentada, cultivada por la religión, por la
familia, etc. Está tan profundamente arraigada, que me niego a desprenderme de
ella. Eso es lo que ocurre con un gran número de personas. Dicen: “Quiero hacer
esto, pero no puedo”. Dada, pues, esa situación, ¿qué pueden hacer? ¿Les
ayudarán las explicaciones, la lógica y todas las diversas teorías
contradictorias? Obviamente, no.
… Cuando la mente está presa en la ilusión, ¿se da cuenta de que eso es
una ilusión? ¿O no sabe en absoluto que se trata de una ilusión? Si la mente no
sabe que está viviendo en una ilusión, en un mundo falso; engañoso; ¿cómo ha de
volverse consciente de ello? Supongamos que estoy preso en una ilusión, la
palabra ilusión proviene de ludere, jugar con las ideas, jugar con cosas que no
son reales, que son conceptuales. Juego con una serie de conclusiones y
creencias que carecen de realidad. Si esta creencia no me conviene, adopto otra
creencia. Juego con las creencias, y este juego es una ilusión. Como la
mente no puede afrontar lo que de hecho ocurre, inventa. creencias, dogmas.
Ahora bien, cuando me doy cuenta de eso, cuando sé que estoy en una ilusión, se
terminó. Sólo cuando ignoro que estoy en una ilusión me resulta imposible salir
de ella. Pero tan pronto percibo claramente que me encuentro atrapado en una
ilusión, la percepción misma disipa la ilusión. Es obvio.
J. Krishnamurti