traductor para el blog blogger web

RECTO PENSAR_1


   “… Solo el recto pensar conduce a la paz. Lo que yo desearía con estas pláticas es desarrollar algo que considero como el proceso de un recto pensar; y ello con el fin de que cada uno de nosotros sea realmente creador y no continúe encerrado en un círculo de ideas o prejuicios. ¿Cómo empezaremos, entonces, a descubrir por nosotros mismos qué es el recto pensar? Sin éste, no es posible que haya felicidad. Sin el recto pensar no hay base para nuestras acciones, nuestra conducta y nuestros afectos. El recto pensar no puede ser descubierto por medio de libros, o asistiendo a unas cuantas pláticas, o limitándose a escuchar las ideas de ciertas personas acerca de lo que es el recto pensar. El recto pensar ha de ser descubierto por nosotros mismos y en nosotros mismos.
   … Para descubrir qué es el recto pensar, descubramos primero qué hay de falso en nuestro pensamiento. Si podemos conocer por nosotros mismos aquello que es falso en nuestro pensar, entonces sabremos, naturalmente, sin imposición alguna, qué es lo verdadero. A través de la masa de ideas falsas, a través de la pantalla de múltiples ilusiones, no puede haber una percepción de lo verdadero. Por lo tanto, tenemos que ocuparnos en tratar de descubrir qué es lo falso.
   … Puedo pensar, o por lo menos creo que puedo pensar. Puedo sustentar opiniones, tener innumerables creencias, pertenecer a esta o aquella sociedad, organización o iglesia, poseer vastos conocimientos. Pero nada de eso, por cierto, constituye una base para el recto pensar. Conduce a la ilusión. Lleva a mayores conflictos y confusión. Para pensar rectamente resulta entonces esencial, ¿no es así?, que haya conocimiento propio, el cual consiste en conoceros a vosotros mismos tales como sois de instante en instante; en daros cuenta de todo lo que va ocurriendo, de todas las reacciones íntimas ante cada reto externo y cada experiencia. Pero no podéis conoceros de un modo pleno, completo, profundo, extensivo, si en vosotros hay creencias de cualquier índole, cualquier forma de adhesión a una experiencia de ayer.
   … Comprendernos requiere un estudio objetivo, bondadoso, imparcial, de nosotros mismos, siendo nosotros el organismo como un conjunto: nuestro cuerpo, nuestros sentimientos y pensamientos. Éstos no están separados, se relacionan entre sí. Sólo cuando comprendemos el organismo como un conjunto inseparable, podemos ir más allá y descubrir cosas más lejanas, más grandes, más inmensas. Pero sin esta comprensión fundamental, sin echar los cimientos apropiados para el recto pensar, no podemos proseguir a mayores alturas.
   … Si nos tornamos conscientes de nosotros mismos, y así cultivamos el conocimiento propio del cual surge el recto pensar, crearemos dentro de nosotros un espejo que reflejará, sin distorsión alguna, todos nuestros pensamientos-sentimientos. Es extremadamente difícil ser conscientes de nosotros mismos, dado que nuestra mente está acostumbrada a divagar y distraerse. Sus divagaciones y distracciones provienen, de sus propios intereses y son de su propia creación. Comprendiéndolas y no limitándonos a hacerlas a un lado, damos origen al conocimiento propio y al recto pensar. La comprensión llega sólo mediante la inclusión, y no por exclusión, no aprobando ni condenando ni comparando.
   … Las ideas que ustedes piensan son el producto de lo que otros han pensado, lo cual se combina con el presente. La verdadera unicidad radica en descubrir lo verdadero y vivir en ese descubrimiento. Esta unicidad, esta alegría y liberación, que advienen con el descubrimiento, no pueden encontrarse en la arrogancia de las posesiones, del nombre, de los atributos físicos y de las tendencias. La verdadera libertad surge por obra del conocimiento propio que da origen al recto pensar; gracias al conocimiento propio existe el descubrimiento de lo verdadero, lo único que pone fin a nuestra ignorancia y a nuestro dolor. La paz se encuentra en la percepción y el conocimiento de nosotros mismos, y en esa serenidad existe lo inmortal.
   … ¿Acaso no es importante descubrir por nosotros mismos cómo pensar apropiadamente acerca de la guerra y la paz, de las condiciones económicas y sociales, de la relación que establecemos con nuestros semejantes? Existe, por cierto, una diferencia entre el recto pensar y el pensamiento correcto o condicionado. Podemos producir en nosotros, imitativamente, un pensamiento correcto, pero eso no es el recto pensar. El pensamiento correcto o condicionado no es creativo. Pero cuando sepamos por nosotros mismos cómo pensar apropiadamente, lo cual implica ser vitales, dinámicos, entonces será posible dar origen a una cultura nueva y más feliz.   
   … Se torna esencial generar en cada uno de nosotros la capacidad de descubrir qué es verdadero, porque aquello que se descubre es liberador, creativo. Es decir, si tan sólo nos amoldamos a un patrón de lo que deberíamos ser o cedemos ante un anhelo, ello produce ciertos resultados que son conflictivos, confusos, pero en el proceso de estudiarnos a nosotros mismos estamos en un viaje de descubrimiento propio que nos trae felicidad.”
    J. Krishnamurti