traductor para el blog blogger web

SÍMBOLOS_1


“… Los seres humanos, tanto en el pasado como en el presente, han preguntado siempre si existe algo trascendental, mucho más real que la existencia cotidiana con toda su monótona rutina, su violencia, desesperación y sufrimiento. Pero como no son capaces de descubrirlo, han adorado un símbolo, dándole gran significación. Para investigar si existe algo en realidad verdadero y sagrado, estoy usando la palabra más bien con vacilación. Tenemos que buscar algo que no sea creado por el deseo y la esperanza, por el temor y el anhelo; que no dependa del ambiente, de la cultura y la educación, sino algo que el pensamiento no haya tocado jamás; algo que es total e incomprensiblemente nuevo.
   … Creo que todo ser humano desea alguna experiencia trascendente, alguna emoción o un estado mental que no esté preso en la monotonía cotidiana, en la soledad y el fastidio de la vida. Todos queremos un objeto por qué vivir. Queremos dar un significado a la vida, porque la encontramos más bien aburrida, llena de turbulencia, y al parecer, sin sentido; por eso inventamos un propósito, una significación, llenamos la vida de palabras, de símbolos, de sombras. La mayoría de nosotros aceptamos involuntariamente una vida superficial, pero rodeándola de gran misterio.
   … Los objetos que persigo son las proyecciones de la mente como símbolos de los cuales ella deriva sensaciones. La palabra “Dios”, la palabra “amor”, la palabra “comunismo’, la palabra “democracia”, la palabra “nacionalismo”, todo esto son símbolos que despiertan sensaciones en la mente y, por lo tanto, la mente se apega a ellos. Como vosotros y yo sabemos, toda sensación termina, y así pasamos de una sensación a otra; y cada sensación fortalece el hábito de buscar más sensación. De tal suerte la mente llega a ser mero instrumento de sensación y memoria, y en ese proceso estamos atrapados.
   … La conciencia humana es una totalidad; no es la conciencia de ustedes o mi conciencia. Esto es lógico, cuerdo, racional; por donde uno vaya, cualquiera sea el clima en que viva, ya sea uno rico o sufra una degradante pobreza, si cree en Dios o en alguna otra entidad, esa creencia y fe son comunes a todos los seres humanos, las imágenes y los símbolos pueden ser diferentes en distintas localidades, pero emanan de algo que es común a toda la humanidad. Esto no es una mera declaración verbal. Si lo toman ustedes como una declaración verbal, como una idea, un concepto, entonces no verán la profunda significación que ello envuelve.
   … La palabra, el símbolo, la imagen y el culto de la imagen, la reverencia por el símbolo, el seguir las palabras y atribuirles significación, todo eso resulta muy destructivo porque entonces la palabra, el símbolo, la imagen, adquiere suprema importancia. Así es como los templos, “stupas” (santuario budista) e iglesias llegan a ser organizaciones muy importantes, y los símbolos, las ideas, los dogmas, llegan a ser los factores que impiden a la mente ir más allá y descubrir qué es la verdad. No os dejéis, pues, atrapar en palabras, en símbolos, que automáticamente cultivan el hábito.
    … Observen cómo funcionan nuestras mentes; primero inventamos el símbolo, la imagen de la iglesia o del templo, o bien los escritos de la mezquita, y de la veneración de aquello que hemos creado con nuestro pensamiento sacamos fuerzas. Observen lo que hacemos. El símbolo no es la realidad; esa realidad puede que nunca exista, pero el símbolo nos satisface y nos da vitalidad con sólo verlo, con sólo pensar en él o estando con él. Indudablemente aquello que hemos creado con el pensamiento debe ser una ilusión.
  … El hindú, el musulmán, el budista, el cristiano, todos tienen sus mundos de artificio hechos de símbolos e imágenes, y en esos mundos se hallan atrapados. Para ellos, el símbolo tiene mayor significación y es mucho más importante que el vivir; está incrustado en el inconsciente y juega un papel inmenso en la vida de todos aquellos que pertenecen a una u otra de las diversas culturas, civilizaciones o religiones organizadas. Por lo tanto, si queremos estar libres del dolor, pienso que es importante, antes que nada, comprender el mundo de artificio en que vivimos.
     … No podemos llevar un arma en una mano y a Dios en la otra. Dios es sólo un símbolo, una palabra que realmente ha perdido su sentido porque, las iglesias y los lugares dedicados a adorarle, lo han destruido. Por supuesto, si uno no cree en Dios, es igual que el creyente; ambos sufren y pasan por el infortunio de una vida corta y vana.
 … El lenguaje en sí mismo es un símbolo y estamos acostumbrados a símbolos. Vemos el árbol a través de la imagen que es el símbolo del árbol, vemos a nuestro vecino a través de la imagen que tenemos de él. Aparentemente, una de las cosas más difíciles para un ser humano es mirar cualquier cosa de manera directa, no a través de imágenes, opiniones y conclusiones, que todas ellas son símbolos. De forma similar, los símbolos juegan un gran papel en los sueños, por eso hay tanto engaño y peligro. El significado de un sueño no siempre es entendible para nosotros, aun cuando nos demos cuenta de que se manifiesta en símbolos y tratemos de descifrarlo.
 … Es evidente que la relación entre las imágenes nunca puede traer paz en la convivencia, porque tales imágenes son ficticias, y no podemos vivir en una abstracción. Sin embargo, esto es lo que todos hacemos: vivir de ideas, de teorías, de símbolos, de imágenes que hemos creado de nosotros mismos y de los demás, que no son realidades de manera alguna. Todas nuestras relaciones, ya sean con la propiedad, con las ideas o con las personas, se basan esencialmente en esta formación de imágenes, y de ahí que siempre haya conflicto.
      … Dándonos cuenta de esto, asignamos entonces significación y mérito a un símbolo, a una idea, a un Dios; es obvio que éstas son invenciones de la mente. Están los que desde la infancia han sido educados para negar a Dios, y están los que son educados para creer en Dios.”
   J. Krishnamurti