“… Vamos ahora a ver el
miedo. La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a analizar el miedo, sus
causas y sus consecuencias; pero, ¿qué hace que uno sienta miedo? De entrada
buscamos la causa, eso es un proceso de análisis, pero puede haber miles de
causas, o a lo mejor sólo hay una; sea como sea, ese proceso tiene un efecto
que se convierte en la causa del próximo miedo, de modo que hay causa, efecto,
y ese efecto se convierte en una causa; por tanto, si busca la causa quedará
atrapado en una cadena, en una cadena que no tiene salida; eso es parte del
análisis. De modo que uno pregunta, si no analizamos, ¿qué sucederá con el
miedo? Puede que haya docenas de miedos, pero nosotros estamos interesados en
la raíz y no en las ramas del miedo, porque si podemos arrancar la raíz, se
acabó, muere todo el árbol; por consiguiente, ¿cuál es la raíz del miedo?
Una de las formas del
tiempo es la cronología, el tiempo del reloj, las veinticuatro horas, la salida
y la puesta del Sol, pero también hay otra forma que es el tiempo psicológico,
el tiempo del "mañana" psicológico, solucionaré mis problemas pasado
mañana; ahora bien, ¿es el miedo el resultado del tiempo? Si ayer o la semana
pasada tuve un dolor, ese dolor queda registrado en el cerebro, y entonces
tengo miedo de que ese dolor se repita la semana próxima; sin embargo, si no
registro ese dolor no hay miedo.
… Ahora vamos a
investigar y descubrir por nuestra cuenta cómo librarnos de esta fricción, de
este conflicto. Ustedes y yo vamos a aventurarnos en ello, explorando,
inquiriendo, preguntando, nunca siguiendo a otro. Por lo tanto, para investigar
tiene que haber libertad. Y no hay libertad cuando hay miedo. Cargamos con el miedo
no sólo externa sino interiormente. Existe el miedo externo a perder el empleo,
a no tener suficiente para comer, a perder nuestra posición, a que nuestro
superior se comporte de manera ofensiva. Por dentro también existe mucho miedo,
miedo a no ser, a no alcanzar el éxito, miedo a morir, miedo a la soledad,
miedo a no ser amado, miedo al aburrimiento total, etc. Así que este temor
existe, y a él se debe que no se investiguen todos los problemas ni que nos
libremos de ellos. Es este miedo lo que impide una honda investigación en
nuestro interior. De modo que nuestro principal problema, nuestro problema
realmente esencial, es librarnos del miedo. ¿Saben lo que el miedo causa?
Ofusca la mente. La insensibiliza. Del miedo brota la violencia. Del miedo surge
esta adoración de algo que ustedes desconocen por completo; por lo que se
inventan ideas, imágenes hechas a mano o por la mente, y distintas filosofías.
Y cuanto más astuto sea uno, cuanta más autoridad tenga en su voz y sus gestos,
tanto más le siguen los ignorantes. Así que nuestra primera preocupación es si
es posible librarse por completo del miedo. Por favor, háganse esa pregunta y
averigüen la respuesta.
… Por lo tanto, uno tiene que librarse del
temor y ésa es una de las cosas más difíciles de llevar a cabo. La mayoría de
nosotros no nos damos cuenta de que estamos asustados, y no somos conscientes
de aquello a lo que tememos. Y cuando sabemos de qué tenemos miedo, no sabemos
qué hacer y huimos de él. ¿Comprende, señor? Huimos de lo que somos, que es el
miedo; y aquello a lo que recurrimos aumenta el temor. Y hemos desarrollado,
desafortunadamente, una red de evasiones. De modo que uno debe darse cuenta no
sólo de los miedos que uno tiene, sino también de la red que uno ha establecido
mediante la cual se evade.
… ¿Comprende todo esto? Por favor, no se
limite a aceptar palabras. No se limite a escuchar ciertas palabras. Más bien
escuche porque es asunto suyo. Es su problema cotidiano éste del miedo, tanto
si está durmiendo como despierto. Cada uno tiene que resolverlo por sí mismo;
nadie lo va a hacer por usted. Ninguna fórmula mágica o mantra, ninguna
meditación, ningún dios, ni sacerdote, ni gobierno, ni analista, nadie va a
resolverlo por usted. Por lo tanto, tiene que comprenderlo, tiene que trascenderlo.
Así que haga el favor de escuchar. No con su mente astuta. No diga: «Escucharé
y compararé lo que dice con lo que ya sé, o con lo que ya se ha dicho.»
Entonces usted no está escuchando. Para escuchar tiene que prestar completa
atención. Prestar total atención significa que le importa. Sólo puede haber
atención cuando hay afecto, cuando se ama; lo que significa que usted quiere
resolver este problema del miedo. Cuando lo haya resuelto se convertirá en un
ser humano, un hombre libre capaz de crear un oasis en un mundo en
decadencia.
… La pregunta es:
“¿Cómo librarse del miedo?” En primer término, cualquier cosa que sea vencida
tiene que ser subyugada una y otra vez. No es posible vencer, sobreponerse a un
problema; el problema puede ser comprendido, no vencido. Esos son dos procesos
completamente diferentes; y el proceso de vencer conduce a mayor confusión, a
mayor miedo. Resistir, dominar, batallar con un problema o erigir contra él una
defensa es sólo crear mayor conflicto. Si en lugar de ello podemos comprender
el miedo, penetrarlo plenamente paso a paso, explorar todo su contenido, el
miedo jamás volverá en forma alguna.
… Por lo tanto, para
librarse del miedo preste toda su atención. La próxima vez que el miedo surja
en su mente, miedo a lo que va a suceder o miedo a que algo que ha sucedido
pueda volver a ocurrir, preste toda su atención, no huya de ello, no intente
cambiarlo, no trate de controlarlo ni suprimirlo, quédese completa y plenamente
con él, con toda su atención. Entonces verá que, puesto que no hay observador,
no hay miedo en absoluto.
… Los diferentes miedos tienen un factor
común, es como un árbol con muchas ramas y hojas; el miedo también tiene muchas
ramas, muchas hojas, muchas expresiones con sus propios brotes y sus propios
frutos, los cuales se convierten en acciones. Así que uno debe ir a la raíz del
miedo y no tomar las diversas expresiones del miedo, sino ir a su raíz.