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EL CONTENIDO DE NUESTRA CONCIENCIA ES EL MOVIMIENTO DEL PENSAR, MOVIMIENTO EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO

    

   “… Yo no sé si alguna vez se han fijado en lo que es el espacio, hay espacio desplazado cerca y alrededor de este micrófono, hay espacio alrededor del «yo» y alrededor del «tú». Cada vez que decimos «nosotros» y «ellos», existe este espacio que hemos creado en torno a nosotros mismos. Cuando alguno de ustedes dice que es cristiano, católico, protestante o comunista, hay espacio conforme al modo en que así se limitan a sí mismos, y ese espacio inevitablemente engendra conflicto, porque está limitado y porque divide. Pero cuando hay silencio, no existe el espacio de la división, sino una cualidad por completo diferente de espacio. Y ese espacio tiene que existir, ya que solamente entonces puede surgir aquello que no es mensurable por el pensamiento, esa inmensidad, aquello que es supremo y que no puede ser invitado. Una mente mezquina, aunque practique indefinidamente, sigue siendo mezquina.

   … Puede ser que la presión de los seres humanos que carecen de espacio suficiente viviendo en una población, en una ciudad, sea uno de los factores de violencia. Y en lo interno apenas si tenemos espacio en absoluto. Vale decir, que nuestros cerebros están tan ocupados, nuestras mentes se ocupan tanto de nosotros mismos, de nuestro progreso, de nuestro status, de nuestro poder, de nuestro dinero, de nuestro sexo, de nuestra ansiedad, que esa ocupación misma impide que haya espacio. Todo nuestro mundo interno se halla en un estado de ocupación constante con una cosa u otra. No hay espacio y, porque falta espacio, la presión que ejercen nuestras ocupaciones se vuelve cada vez mayor y, por lo tanto, el cerebro se deteriora cada vez más. Es sólo cuando disponemos de tiempo libre que podemos aprender.  Pero cuando el cerebro o la mente están tan ocupados, no tenemos tiempo libre, y así jamás aprendemos nada nuevo. Ningún aire fresco puede entrar y, por consiguiente, el deterioro que la presión ocasiona en el cerebro es cada vez mayor. Ese es uno de los problemas de la meditación, descubrir si la conciencia puede liberarse de todas las presiones, lo cual implica una mente libre.

   … ¿Existe algo más allá de todo tiempo y pensamiento? Ustedes pueden formularse la pregunta, pero si el pensamiento inventa algo más allá, eso sigue siendo un proceso material. El pensamiento es un proceso material porque mantiene el conocimiento en las células cerebrales. Quien les habla no es un científico, pero uno puede observar eso en sí mismo, puede observar la actividad que se desarrolla en el propio cerebro, que es la actividad del pensamiento. Si pueden descartar todo eso voluntariamente, fácilmente, sin ninguna resistencia, entonces será inevitable que se pregunten: ¿Existe algo más allá de todo tiempo y espacio? ¿Existe algo que nunca haya sido visto antes por ningún ser humano? ¿Existe algo inmensamente sagrado, algo que jamás ha sido tocado por el cerebro? Vamos pues, a descubrirlo, es decir, si ustedes han dado el primer paso desechando toda esa tontera llamada religión, porque han empleado el cerebro, la lógica, la duda, el cuestionamiento.

   … ¿Qué es entonces el tiempo? El tiempo por el reloj es muy simple, el sol aparece en cierto momento y se pone en cierto momento, ayer, hoy y mañana. Esa es una secuencia natural del tiempo. También está el tiempo psicológico, interno, el incidente que ocurrió hace una semana y que ha producido placer o que ha despertado el sentimiento del temor, es recordado y proyectado hacia el futuro; yo puedo perder mi posición, mi dinero, puedo perder a mi esposa.

   Entonces, ¿el miedo forma parte del tiempo psicológico? Así parece. Y, ¿qué es el tiempo psicológico? No sólo el tiempo físico necesita espacio, sino que también lo necesita el tiempo psicológico, ayer, la semana pasada, el hoy modificado, el mañana. Hay espacio y tiempo. Eso es sencillo. ¿Es entonces el temor el movimiento del tiempo? Y el movimiento del tiempo, ¿no es psicológicamente el movimiento del pensar? Por lo tanto, el pensamiento es tiempo, y el tiempo es temor, obviamente. Uno ha experimentado dolor en el consultorio del dentista, ello se almacena, se recuerda, se proyecta; uno espera que ese dolor no se repita otra vez; el pensar es un movimiento. Por consiguiente, el miedo es pensamiento que se mueve en el espacio y el tiempo. Si uno ve eso, si lo ve no como una idea sino como un hecho, lo cual significa que uno ha concedido a ese temor atención completa en el instante mismo en que surge, entonces ello no se registra. Háganlo y lo descubrirán por sí mismos.

   … Si la vida, toda la vida, está contenida en el ahora, ¿ve usted lo que ello implica? Toda la humanidad es usted. Toda la humanidad. Porque usted sufre, él sufre; la conciencia de él es usted; la conciencia suya, su ser, es él. No existen un usted y un él que limiten el espacio.

   … Cuando prestamos atención completa a un insulto, no hay insulto. O si viene alguien y dice: “Qué persona maravillosa es usted”, y prestamos atención, ello no produce efecto alguno. El movimiento del temor es pensamiento en el tiempo y el espacio. Eso es un hecho. No es algo descrito por quien les habla. Si lo han observado por sí mismos, entonces es un hecho absoluto, no pueden escapar de él. Uno no puede escapar de un hecho, está siempre ahí. Puede tratar de eludirlo, de reprimirlo, puede intentar toda clase de escapes, pero eso está siempre ahí. Si ustedes prestan atención completa al hecho de que el temor es el movimiento del pensar, entonces el temor no existe sicológicamente. El contenido de nuestra conciencia es el movimiento del pensar, movimiento en el tiempo y el espacio. Tanto si ese pensar es muy limitado, como si es amplio y extensivo, permanece siendo siempre un movimiento en el tiempo y el espacio.

   … ¿Hay entonces una terminación para el tiempo? Lo cual implica, ¿Hay una terminación para el pensamiento? O sea, ¿hay una terminación para el conocimiento? ¿Hay una terminación para la experiencia? Esto es libertad total. Y esto es meditación.”

   J. Krishnamurti

                
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