“… Se nos ha dicho que todos los caminos llevan a la verdad, usted tiene su camino como hindú, otro su sendero como cristiano, otro como musulmán y todos se encuentran en la misma puerta, lo cual es, cuando bien se mira, evidentemente absurdo. La Verdad no tiene sendero, y eso es la belleza de la Verdad que es vivencia. Una cosa muerta tiene un sendero porque es algo estático, pero cuando usted ve que la verdad es algo viviente, que se mueve, que no tiene lugar de descanso, que no está en templo alguno, en la mezquita o en la iglesia adonde ninguna religión, sacerdote o filósofo, nadie nos puede llevar, entonces se verá también que esa cosa viviente es lo que usted realmente es, su cólera, su brutalidad, su violencia, su desesperación, la agonía y el dolor en que vive. En la comprensión de todo eso está la verdad, y usted puede comprenderla sólo si sabe mirar esas cosas en su vida. Y usted no puede mirarlas a través de una ideología o de una pantalla de palabras, a través de esperanzas y temores.
Así usted ve que no puede depender de nadie. No hay guía, ni maestro, ni
autoridad. Hay solamente usted, sus relaciones con otros y con el mundo, no hay
nada más. Cuando usted se da cuenta de esto, o bien siente una gran
desesperación de la cual viene el cinismo y la amargura o bien, al enfrentarse
al hecho de que usted y nadie más es responsable del mundo y de usted mismo,
por lo que piensa, por lo que siente, por su modo de actuar, toda lástima de sí
mismo desaparece. Normalmente arrojamos la culpa sobre los otros, lo cual es
una forma de autocompasión.
… ¿Qué es la culpa? ¿Cuál es su relación con el ego, con toda la conciencia de
la humanidad, del hombre, de la mujer y demás? ¿Qué es la culpa? ¿Por qué tiene
uno este enorme sentimiento de culpa? Puede ser muy superficial o estar muy
hondamente arraigado desde la infancia, y al que se le deja crecer conforme uno
se hace mayor. Y ese sentimiento de culpa hace que uno se sienta muy vacío, ya
conocen todo esto, con una sensación de no ser capaz de hacer nada. Y esa pared
impide cualquier otra comunicación. O tengo miedo de esa culpa, usted me ha
dicho, desde mi niñez, que haga algo y no puedo hacerlo, pero siento que debo
hacerlo y si fracaso me siento culpable. Y los padres juegan un papel terrible
en esto. Lo siento. Ellos alientan esta culpa consciente o inconscientemente,
de modo que esta culpa se convierte en parte del ego, parte de mí.
Creo que sería erróneo plantear la pregunta de cuál es la relación entre ambos.
¿Comprenden cómo está evolucionando la cuestión? No son dos cosas separadas. El
resultado de sentirse culpable, junto con otros factores, es lo que constituye
el ego. No son dos actividades separadas o dos reacciones distintas. De modo
que la culpa forma parte de la psique, parte del ego, parte del «yo».
Ahora bien, ¿por qué siente uno culpa? La gente le hace sentirse culpable y lo
mantiene en ese estado porque es muy conveniente para ellos; les gusta abusar
de usted y producir un sentimiento de culpa, el sentimiento de que debe
resignarse, debe aceptar, debe obedecer. Aunque usted se rebele contra ello, lo
mantiene soterrado y se aferra a su culpa. Y otros factores constituyen el ego,
el «yo». La culpa hace que uno se sienta tremendamente solo, con una sensación
de depresión, y si esa culpa es muy profunda y fuerte, uno no puede resolverla.
Por consiguiente, acudo a usted y le digo: «Por favor, ayúdeme a superar esta
culpa». Y entonces usted impone, si es el que manda, otra reacción de culpa. Y
así va la cosa.
Estoy, estamos preguntando, ¿por qué existe siquiera este sentimiento? Es
alentado en las religiones ortodoxas, ¿verdad? En el cristianismo existen el
pecado original y el salvador, y por consiguiente debo sentirme culpable,
confesarme y empieza todo el circo. Perdónenme si empleo esa palabra. Adopta
formas distintas. En el mundo cristiano es la confesión y la absolución; y en
el mundo asiático tiene una forma diferente; acuden a los templos, ya saben,
hacen toda suerte de cosas. Pero, ¿es necesario sentir eso? ¿Puede haber una
educación en la cual no haya nada de esto? Me lo pregunto. Estamos jugando
juntos, por favor. ¿Existe una forma de criar al niño en la que no se fomente
el sentimiento de culpa? Cómo resolver la culpa, cómo superarla, se convierte
en un problema. En ella tienen su origen toda suerte de cosas y la convertimos
en un problema. Ahora bien, ¿qué es un problema? Al parecer, los seres humanos
tienen miles de problemas, políticos, religiosos, económicos, sexuales, en la
relación. La vida, vivir se convierte en un problema, y una parte del mismo
generalmente está asociada con la culpa. ¿Es posible no tener ni un solo
problema sexual, religioso, político, económico, en la relación, etc?
… Señores, si están escuchando y no actúan, es como un hombre que siempre está
labrando y nunca siembra. Es mejor no escuchar una verdad que escuchar sin
actuar, porque entonces se convierte en un veneno. El que aprueben o
desaprueben los detalles de lo que aquí se está diciendo es irrelevante; lo que
importa es ver la verdad de que mientras funcionen dentro del campo de la
actividad egocéntrica, inevitablemente tendrán varios tipos de frustración y
sufrimiento.
El
sufrimiento y la frustración sólo cesan cuando están viviendo totalmente, con
la intensidad de todo su ser, de su mente, corazón y cuerpo; y no pueden vivir
con esa plenitud, con esa intensidad, si están preocupados por su propia
virtud. Pueden estar libres del sentimiento de culpa hoy, pero surgirá de otra
forma mañana, o dentro de dos días. Prueben esto, señores, hagan un pequeño intento
por vivir intensamente cada día, con toda su mente, corazón y cuerpo, con toda
su capacidad, sentimiento y energía. El deseo es contradictorio en sí, pero si
aman intensamente con su cuerpo, mente y corazón, con todo lo que tienen,
entonces descubrirán que no hay contradicción alguna, que no hay ningún pecado.
Es el deseo, la envidia, la ambición lo que crea contradicción, y la mente
atrapada en la contradicción nunca puede encontrar lo que es real.”
J. Krishnamurti
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